La emoción propia que genera el vencer en un partido de vida o muerte, rápido se esfumó para Puerto Rico tras el out 27 que les dio el pase a los Cuartos de Final del Clásico Mundial de Beisbol y que, además, eliminó a la favorita de muchos, República Dominicana.
El cerrador de los borinqueños, Edwin Díaz, con la calidad que le caracteriza, retiró el noveno de los quisqueyanos por la vía rápida del 1,2,3, consiguiendo par de ponches incluido el out 27 con el toletero Teóscar Hernández.
Lo trágico de la situación de inmediato se encimó, pues en medio de la natural celebración con sus compañeros, el cerrojo se lastimó, dibujando un pánico inocultable en los rostros de los integrantes de su equipo.
En las imágenes televisivas, se pudo apreciar a un Díaz con evidentes gestos de dolor, que requirió ayuda, apoyarse en los hombros de algunos colegas para intentar salir del terreno, pero esto resultó infructuoso y debió retirarse en sillas de ruedas. Con todo y esto, dirigió un señalamiento de triunfo a la afición boricua presente en el loan Depot park.