En un país donde la congestión judicial a menudo ralentiza la resolución de casos, la fiscal del Distrito Nacional, Rosalba Ramos, ha logrado un hito destacado: el 85% de los casos que llegan a su demarcación se resuelven a través del diálogo, evitando costosos juicios y promoviendo la justicia de la comunidad. Su enfoque innovador y su compromiso con la ciudadanía son dignos de admiración.
Los tribunales están sobrecargados de casos, lo que resulta en una carga de trabajo abrumadora para los fiscales y jueces. Sin embargo, bajo el liderazgo de la magistrada Ramos, la fiscalía ha implementado un enfoque más humano y comprensible de la justicia. Su oficina se ha convertido en un faro de esperanza para los ciudadanos, independientemente de su estatus social. Ramos se ha centrado en acercar la justicia al pueblo, una hazaña que merece reconocimiento.
Cada año, unos 35,000 casos llegan a la fiscalía del Distrito Nacional, la mayoría de los cuales involucran problemas de convivencia social y disputas menores. La Casa Comunitaria de Justicia ha sido fundamental para la resolución de muchos de estos casos, evitando conflictos más graves y costosos juicios. A pesar de la falta de recursos, con solo 120 fiscales en lugar de los ideales 150, la fiscalía ha redoblado sus esfuerzos para evitar retrasos y cumplir con los plazos establecidos.
El enfoque de la fiscal del Distrito es claro: conciliar, prevenir y, cuando sea necesario, investigar. Con un historial impresionante de logros, incluidos allanamientos exitosos y la captura de delincuentes buscados, la fiscalía del Distrito Nacional ha demostrado su eficiencia. Ramos ha liderado investigaciones en casos delicados, incluyendo el asesinato del Ministro de Medio Ambiente, Jorge Mera, y ha logrado sentencias ejemplares en casos de alto perfil.
Es crucial que continuemos reconociendo y respaldando a líderes como Rosalba Ramos, que han abrazado la justicia ciudadana y han transformado la forma en que vemos la resolución de conflictos en nuestra sociedad. Su enfoque en el diálogo y la prevención de conflictos merece elogios, y su dedicación a su rol, incluso en medio de dificultades personales, es inspiradora. Con líderes comprometidos como Ramos, podemos lograr una justicia más eficaz, accesible y centrada en las necesidades de la comunidad. Sigamos apoyando esta visión de una justicia más humana y cercana a la gente.
