Hoy, nos encontramos frente a una situación delicada que merece nuestra atención y reflexión. El Gobierno de la República Dominicana se ha visto en la necesidad de informar al público sobre un incidente que tuvo lugar en la zona fronteriza, donde un grupo de ciudadanos haitianos penetró en nuestro territorio con el objetivo de obstaculizar el patrullaje vehicular del Ejército dominicano en la carretera del lado oeste de la verja perimetral inteligente.
Es esencial subrayar que este lamentable episodio se debió a una aparente malinterpretación de los límites fronterizos por parte de los ciudadanos haitianos. La verja perimetral está construida exclusivamente en territorio dominicano, alejada unos metros de la franja que marca la división con el territorio haitiano. Los límites fronterizos entre nuestros dos países están definidos y documentados, y es fundamental respetarlos para mantener la paz y la armonía en la región.
Afortunadamente, gracias al profesionalismo de nuestros soldados, el incidente no escaló y se manejó con prudencia y respeto por los derechos humanos, acuerdos y tratados internacionales. Este enfoque demostrado por nuestro Ejército es un ejemplo de cómo se pueden resolver conflictos de manera pacífica y respetuosa.
Sin embargo, este incidente debe servir como un llamado de alerta. La provocación y la generación de conflictos solo agravarán las relaciones entre nuestros dos países vecinos. En un mundo donde la cooperación y la convivencia pacífica son esenciales, debemos trabajar juntos para resolver cualquier desacuerdo a través del diálogo y el respeto mutuo.
El Gobierno dominicano exige que las autoridades haitianas detengan este tipo de violaciones de forma inmediata, y estamos comprometidos a preservar nuestra soberanía territorial en cumplimiento del mandato constitucional.
En un momento en que la estabilidad y la paz en la región son vitales, recordemos la importancia de la diplomacia, el respeto a las fronteras y el entendimiento mutuo. La paz y la cooperación son esenciales para el progreso y la prosperidad de ambos países. Unidos, podemos construir un futuro mejor y más armonioso para nuestra región.
