POR
CÉSAR DALMASÍ
La famosa agrupación músico vocal puertorriqueña llamada Haciendo Punto en Otro Son, tiene un tema titulado “En la Vida Todo es Ir” con un estribillo que reza “Sabe el Hombre donde Nace y no Donde va a Morir”, claro cuando se refiere al hombre, enmarca ambos sexos masculino y femenino, recordemos que esa canción se escribió cuando la corriente del pensamiento humano era muy distinto al día de hoy; que por cierto me identifico con aquel pensamiento pasado.
Lo dicho en el primer párrafo lo hago para que sirva de base a todo lo que viene y así poder reafirmar que es muy cierto, en la vida todo es ir, por más que usted se afane la vida sigue su agitado curso y tendrá de forma inexorable que cumplirse el ciclo que se ha marcado para cada uno en este plano terrenal; pero ante ese axioma de la vida no es que les insto a que tomen la misma de manera ligera y simple, no, todo lo contrario, les estoy invitando a que de manera profunda como profusa sean reflexivos ante cada instante que les toque vivir en este plano humano, material y pasajero.
Porque a final de la historia algún día nos tocará partir de aquí y nuestro cuerpo será llevado por otros a una tumba yerta en donde materialmente quedaremos agarrotados y totalmente inerte; a propósito, has pensado en ese momento cuando ya tú no serás todo lo que fuiste en esta tierra, cuando el poder, los rangos y toda vanidad humana ya no será jamás en ti, te invito a pensar un poco en ese momento para que cuando así te encuentres, cuando la muerte física sea en ti, de qué te sirvió la buena posición económica si no la supiste administrar en su justa dimensión, para qué te sirvieron, las posiciones cimeras, poder, buena casa, finca y demás
Por eso ahora que lo puedes hacer hazlo y recuerdas lo que dice el Rey del Vallenato Diomedes Díaz “la vida es un baile que con el tiempo damos la vuelta, pero el tiempo acaba la fiesta
Y me voy solito pa’l valle” o sea, esta vida es pasajera, perecedera, tiene un tiempo de caducidad, aprendamos a vivir conscientes de esa realidad y seamos cada vez mejores seres humanos, amando a los demás y a nosotros mismos, ya que al final de la jornada eso es lo que nuestro hacedor quiere y es lo que nos permitirá en una dimensión distinta ascender y ser felices por la eternidad.
Te pregunto, por qué ese orgullo en ti, porque tienes más dinero, mejor vehículo o mejor casa, no ombe, no, que tontería y necedad; aunque tú no lo aceptes porque estás obnubilado con tus teneres, rangos y las altas posiciones que has podido lograr, definitivamente debo decirte que el SER está siempre muy por encima del TENER y piensas que un día al más poderoso al igual que al más pequeño le pasarán la cuenta como muy bien dice el reconocido cantautor español Patxi Andión; de manera que lo bueno sería que cuando te pasen esa cuenta tus fondos sean suficientes para responder satisfactoriamente.
En pocas palabras, te digo que amemos la vida que la misma es para disfrutarla, pero hay que saber que la vida sólo se disfruta perdonando, sepultando rencores, sin mal querencia, sin odio, sin egoísmo y sacando de tu interior todos los bajos sentimientos e instintos; la verdadera libertad sólo es posible cuando todo lo anterior queda atrás, pero también recuerdas llenar los espacios de tu corazón de tolerancia, de estoicismo, de sabiduría, de hedonismo y de los más nobles y sanos sentimientos, sólo así seremos grandes y trascenderemos a lo inconmensurable.
Cuando el humano logre definitivamente hacer una transmutación de lo que parece ser utópico y convertir esa aparente utopía en realidad y modelo a seguir, entonces habremos iniciado la verdadera transformación que necesita la humanidad para poder vivir a plenitud aquí y en cualquier otra dimensión y entonces y sólo entonces ya no lloraremos más, así que empecemos por los pequeños detalles que eso nos hará verdaderamente grandes.
Recuerdo que alguien dijo “sé que moriré, de qué moriré, cuándo moriré y dónde moriré, eso no lo sé” y ahora tomando en cuenta lo anterior te invito a que te veas muerto, tieso y tendido en ese ataúd, con tus familiares, amigos y relacionados a tu alrededor todos llorosos y tristes por tu partida de esta tierra y luego dialoga contigo mismo en un soliloquio, a ver qué piensas y sientes al observarte inerte fuera de toda conciencia terrenal; porque de esa realidad no te escaparás aunque tengas toda la riqueza, poder y rango del mundo; también te invito que como persona hagas un recorrido por toda la historia de tu vida, realízate una introspección y revísate, que estás a tiempo.
Finalmente y eso sí quiero que quede claro, sé muy bien que estos párrafos son utópicos y quiméricos, pero como dicen que lo que se piensa se puede hacer, me conformaría con que un solo de mis lectores cambie de actitud y de conducta, en caso de que estuviera necesitando recibir estos párrafos, con la esperanza de que nos encaminamos por el sendero del amor.