En vísperas de la Navidad, Santa Claus sorprendió a grandes y pequeños al sumergirse entre tiburones en el acuario de Río de Janeiro, el más grande de Sudamérica. Manteniendo su icónico traje rojo, Santa equipado con aletas, una bombona de oxígeno y gafas de buceo, alegró el día a los visitantes, alimentando y acariciando a los tiburones y otras especies que habitan uno de los tanques del recinto.
La visita anual de Felipe Luna, el buzo que personifica a Santa Claus, se ha convertido en una entrañable tradición navideña en la turística capital fluminense. Esta experiencia única, donde el espíritu festivo se mezcla con la maravilla de la vida marina, marca el inicio de las celebraciones navideñas en Río de Janeiro, justo cuando comienza el verano en el hemisferio sur.
