La Brigada Sindical Anticorrupción (BSAC), el Colectivo de Abogados para la Defensa de los Derechos Humanos, el Movimiento Unido de Trabajadores Haitianos (MUTH) y la Central Nacional de Trabajadores se unen en un llamado unificado a la huelga nacional en Haití, convocando al pueblo a manifestarse desde el lunes 29 hasta el miércoles 31 de enero en protesta contra el gobierno del primer ministro Ariel Henry.
Sonson Dumé, coordinador de la BSAC, ha instado a los padres a mantener a sus hijos en casa y respaldar activamente esta jornada de protestas, marcando un acto firme contra lo que consideran una gestión gubernamental insatisfactoria.
Se prevé que las manifestaciones alcancen su punto álgido a medida que se acerca el 7 de febrero, fecha crucial en la que tradicionalmente los presidentes asumen juramento en Haití, una tradición que no ha sido posible cumplir desde el 2017. Las tensiones aumentan ante la falta de elecciones y la necesidad de renovar las autoridades, objetivos clave respaldados por la fuerza multinacional aprobada por Naciones Unidas el año pasado.
El ex cónsul de Haití en República Dominicana, Edwin Paraison, ha destacado la importancia del 7 de febrero como fecha límite para el cambio de mando, subrayando la creciente escalada de violencia que podría surgir en este contexto. Paraison señaló las violaciones a la Constitución y el rechazo generalizado hacia el primer ministro Henry como factores que agitan la situación actual.
En este contexto, Estados Unidos ha reafirmado su apoyo a la misión multinacional en Haití, a pesar de obstáculos como el reciente fallo del Tribunal Superior de Nairobi. La comunidad internacional sigue mostrando preocupación por la situación en Haití, donde bandas criminales cobran cada vez más poder, sembrando el terror y contribuyendo a la crisis humanitaria en el país más pobre de América.
La huelga nacional se convierte así en un grito colectivo de la sociedad haitiana, exigiendo cambios, elecciones y una respuesta efectiva a la creciente inestabilidad que amenaza la paz y el bienestar de la nación. La comunidad internacional sigue de cerca estos acontecimientos, buscando soluciones para restablecer la estabilidad y la prosperidad en Haití.
