Miles de personas llenaron las calles de Puerto Príncipe y otras ciudades de Haití demandando la salida inmediata del primer ministro Ariel Henry, justo antes de la fecha límite del 7 de febrero para la juramentación de un nuevo jefe de Estado. La policía haitiana enfrentó a los manifestantes con gases lacrimógenos y balas, resultando en al menos un herido y la revelación de agentes de seguridad que se unieron a la oposición. Se espera una jornada tensa el 7 de febrero, con protestas en todo el país contra Henry, acusado de incapacidad para gobernar en una nación marcada por la pobreza extrema.