Tras las elecciones municipales, es evidente que el pueblo dominicano ha enviado un mensaje contundente a la clase política y al gobierno. Vivimos un período crítico en nuestra historia democrática, marcado por la desilusión y la preocupación. La baja participación electoral refleja la tensión más alta en décadas y el desencanto generalizado hacia la política.
La inseguridad, la falta de esperanza en el futuro y el hambre son realidades que afectan a la población y que exigen respuestas urgentes. Es necesario reconocer el significado de esta expresión ciudadana y trabajar juntos para construir un mejor futuro para todos. Felicito a todos los candidatos por su dignidad y esfuerzo en esta contienda. Ahora, más que nunca, debemos escuchar a la gente y trabajar por el bienestar y la esperanza de nuestra República Dominicana.