Gabriela Elizondo, gerente de práctica del sector Energético para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, destacó la importancia de la región en el panorama de la transición energética mundial durante su participación en la Sexta Reunión Ministerial ECPA 2024.
En su intervención, Elizondo resaltó que las Américas están bien posicionadas para contribuir a los objetivos climáticos globales y de seguridad energética. Sin embargo, señaló que América Latina y el Caribe enfrentan desafíos únicos en el sector energético, especialmente en economías emergentes y en desarrollo.
Destacó que, aunque los combustibles fósiles aún representan una parte considerable de la matriz energética primaria en la región, el uso de energías renovables en la generación eléctrica está en aumento, lo que contribuye a una matriz más diversificada y menos dependiente de los combustibles fósiles.
Elizondo también mencionó el avance de la electrificación del transporte y la industria en la región, impulsada por la innovación tecnológica y el uso de energías renovables. Además, destacó que la región está cerca de alcanzar la meta del acceso universal a la electricidad, con un 98% de acceso en la actualidad.
En cuanto a las ventajas de América Latina y el Caribe, Elizondo señaló la proximidad a mercados estratégicos y las ventajas comparativas que podrían convertirla en un actor clave en el suministro de productos de bajo o cero carbono, impulsando así el crecimiento económico y la creación de empleos.
Sin embargo, también reconoció que la región enfrenta desafíos importantes, como mejorar la eficiencia operativa de la cadena de suministro de energía, mejorar la calidad y costo de los servicios, y cerrar la brecha de acceso a la electricidad en áreas rurales.
Para abordar estos desafíos y aprovechar las oportunidades, Elizondo destacó la necesidad de realizar inversiones significativas en infraestructura energética en la región. El Banco Mundial estima que se requerirá un aumento sustancial en la inversión anual para servicios energéticos de bajo carbono para lograr los objetivos de cero emisiones netas en el año 2060.
En este contexto, Elizondo mencionó el apoyo del Banco Mundial a iniciativas en República Dominicana, como el mejoramiento de la gobernanza y sostenibilidad financiera de las empresas de distribución eléctrica y la generación basada en carbón.
En conclusión, Elizondo reafirmó el compromiso del Banco Mundial de trabajar en colaboración con todas las naciones para cumplir con los compromisos acordados en la Novena Cumbre de las Américas, alineados con la visión de una transición hacia una economía de cero emisiones netas en las próximas décadas.