Los dominicanos iniciaron su viaje desde la capital, Santo Domingo, hacia sus lugares de origen o destinos turísticos para celebrar la Semana Santa 2024. Desde tempranas horas de la mañana, se observó una gran afluencia de personas en distintos puntos de la ciudad, abordando unidades de transporte colectivo para dirigirse hacia el norte, sur y este del país.
En las paradas de autobuses, el flujo de pasajeros era evidente, lo que ocasionó un caos en el transporte y congestión en las calles y avenidas de la capital. Las vías se vieron repletas de personas cargadas con maletas, bolsos y sacos, preparadas para disfrutar de las festividades.
Las unidades de transporte también se llenaron rápidamente, especialmente aquellas que se dirigían hacia la región norte del país. En la autopista Duarte, las colas de autobuses hacia ciudades como La Vega, Santiago y San Francisco de Macorís se extendían considerablemente.
En medio del bullicio de las estaciones de autobuses, los pasajeros compartían sus planes para la Semana Santa. Algunos viajaban para reunirse con sus familias en sus pueblos natales, mientras que otros buscaban disfrutar de las playas y actividades religiosas.
El éxodo hacia el sur también fue notable, con una gran cantidad de ciudadanos acudiendo a las paradas de autobuses para dirigirse a provincias como San Juan y Elías Piña. A pesar del congestionamiento, las personas mantenían un espíritu optimista y esperanzado, deseando pasar unos días llenos de bendiciones y felicidad.
En medio del traslado masivo de personas, algunos expresaron planes diferentes para la Semana Santa, como participar en jornadas médicas o simplemente disfrutar de la tranquilidad en casa. A pesar de los desafíos logísticos, el espíritu festivo y la unidad prevalecían entre los dominicanos mientras se preparaban para celebrar esta importante festividad religiosa.
