La vida de Raimer Elian Otero Mateo, un niño de apenas cuatro años, fue truncada de manera abrupta este miércoles luego de una cirugía de circuncisión en el Hospital Villa Hermosa, en La Romana. Lo que comenzó como un procedimiento rutinario se convirtió en una tragedia para su familia, quienes denuncian negligencia médica.
La madre del pequeño, Yissel Mateo, relata que Raimer llegó al centro de salud en perfecto estado de salud para someterse a la circuncisión por fimosis. Sin embargo, minutos después de salir de la sala de operaciones, sufrió un paro respiratorio que le arrebató la vida.
El dolor se agravó cuando, según la madre, la anestesióloga le dijo: «Ora al Señor», mientras intentaban reanimarlo. A pesar de los esfuerzos, Raimer no logró sobrevivir.
El director del hospital, Miguel Quezada, asegura que los médicos actuaron de manera profesional y que la cirugía se realizó con éxito. Sin embargo, pide a la familia esperar los resultados de la autopsia para aclarar las circunstancias de la muerte del niño.
El cuerpo de Raimer fue trasladado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) para el procedimiento de autopsia. Según Quezada, el niño había sido evaluado previamente para la cirugía, pero se pospuso debido a una neumonía que presentó cuatro meses atrás.
Raimer Otero fue declarado muerto a las 5:30 de la tarde de este miércoles, apenas unas horas después de salir de la cirugía.