Las protestas populares que tuvieron lugar en la República Dominicana los días 23, 24 y 25 de abril de 1984 marcaron un momento crucial en la historia del país. Estas manifestaciones se organizaron en respuesta a las políticas económicas implementadas por el gobierno del Dr. Salvador Jorge Blanco, las cuales fueron dictadas en gran medida por el Fondo Monetario Internacional.
Numerosas ciudades, incluyendo el Gran Santo Domingo, San Cristóbal, Peravia, Barahona, La Romana, San Pedro de Macorís, y muchas más, se convirtieron en escenarios de protestas y reclamos por parte del pueblo dominicano. La población expresó su descontento y desacuerdo con las políticas económicas, las cuales afectaban negativamente a amplios sectores de la sociedad.
La respuesta del gobierno a estas manifestaciones fue una represión severa y sin precedentes contra los manifestantes. El Ejército dominicano informó oficialmente de 47 muertos y 182 heridos, pero estimaciones extraoficiales sugirieron que la cifra de víctimas fue considerablemente mayor. La falta de transparencia por parte del gobierno de la época dificultó la tarea de establecer con certeza el número exacto de víctimas. Además, se denunció que muchos de los fallecidos fueron sacados de las morgues de los hospitales en horas de la noche, lo que sugiere un intento de ocultar la magnitud de la tragedia.
Hasta el día de hoy, persisten controversias sobre la verdadera dimensión de lo ocurrido durante esas jornadas históricas. Organizaciones de derechos humanos y periodistas independientes han luchado por esclarecer la verdad histórica sobre estos eventos y por rendir homenaje a las víctimas que perdieron la vida en medio de las protestas.