Santo Domingo, 7 de agosto (Propuesta Digital) – El informe 2024 publicado por la Embajada de los Estados Unidos en la República Dominicana resalta varios problemas sistémicos que enfrentan los inversionistas extranjeros interesados en hacer negocios en el país. Entre las principales preocupaciones se encuentran la falta de reglas claras y estandarizadas para la competencia y la deficiente aplicación de las normativas existentes.
Las quejas de los inversionistas incluyen percepciones de corrupción generalizada tanto a nivel nacional como local del gobierno, así como una carencia de competencia técnica dentro del gobierno. El informe también menciona la excesiva centralización y verticalidad en las estructuras de toma de decisiones, lo que genera retrasos en los pagos del gobierno y trabas burocráticas.
Además, se subraya la lentitud y, a veces, parcialidad de los procesos judiciales y administrativos, la aplicación incoherente de las decisiones judiciales favorables a inversionistas extranjeros, y la falta de estandarización en los procedimientos de valoración y clasificación aduanera de importaciones.
La debilidad en las leyes de propiedad de tierras y la interferencia con los derechos de propiedad privada siguen siendo problemas significativos. La opinión pública percibe la toma de decisiones administrativas y judiciales como incoherente, opaca y excesivamente lenta, lo que agrava aún más la falta de transparencia y la deficiente aplicación de las leyes vigentes, consideradas como las principales quejas de los inversionistas.
Las empresas estadounidenses que operan en la República Dominicana a menudo deben implementar medidas exhaustivas para cumplir con la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (Foreign Corrupt Practices Act). Pese a las mejoras en los últimos cuatro años, muchas empresas e inversionistas estadounidenses expresan preocupación por la persistente corrupción gubernamental, incluido el poder judicial, lo que limita el éxito de las inversiones en el país.
El informe reconoce que el actual gobierno, liderado por el Presidente Luis Abinader, ha realizado esfuerzos concertados para abordar los problemas de corrupción y transparencia, aspectos cruciales para la prosperidad social, económica y política del país. Entre estas iniciativas se incluyen la promoción de la independencia fiscal, acciones para frenar la corrupción administrativa, el nombramiento de profesionales técnicamente competentes en puestos de liderazgo y la promulgación de una ley de extinción de dominio.
A pesar de los desafíos mencionados, Estados Unidos reconoce que la inversión extranjera directa (IED) desempeña un papel fundamental en la economía de la República Dominicana, que históricamente ha sido uno de los principales receptores de IED en el Caribe. Esta inversión es vista como un componente vital para el desarrollo económico continuo del país, según el comunicado.