Comunicado de Prensa:
La cantante colombiana Shakira ha decidido vender su mansión en Miami tras enfrentar inesperados problemas que convirtieron su hogar en una experiencia poco agradable. La propiedad, que originalmente había sido adquirida con grandes expectativas, terminó siendo un desafío para la artista y su familia debido a un persistente olor nauseabundo que provenía del suelo.
Según informó el periodista Omar Suárez en el programa «Fiesta» de Telecinco, la mansión, situada cerca de las desembocaduras de alcantarillas de la ciudad, emitía un olor desagradable que invadía las habitaciones, haciendo insostenible la estancia de Shakira y sus hijos. Incluso se llegó a especular que una fosa séptica debajo de la casa podría haber intensificado el problema, lo que llevó a la propiedad a ser apodada por los medios como “la mansión de la caca”.
Debido a estos problemas, la familia se trasladó temporalmente a Fisher Island, una exclusiva isla al sur de Miami Beach, mientras se ponía en venta la problemática residencia. La venta, sin embargo, no fue sencilla. A pesar de las numerosas remodelaciones que buscaban ofrecer confort y lujo, el olor persistente generó dudas entre los potenciales compradores.
Fue entonces cuando el amigo cercano de Shakira, el cantante Marc Anthony, intervino para ayudar. Según informes, Marc Anthony contactó a un reconocido actor de Hollywood que finalmente aceptó comprar la propiedad por la cifra solicitada de 17 millones de dólares. Aunque la venta aún no se ha finalizado formalmente, se espera que la transacción se complete en breve.
La mansión en cuestión, ubicada en una codiciada zona de Miami, cuenta con 750 metros cuadrados, siete habitaciones, siete baños, una impresionante piscina y un gimnasio privado. El diseño minimalista de la casa, predominado por tonos blancos y grandes ventanales que permiten la entrada de luz natural, refleja el estilo de vida sofisticado de la cantante. Desde su adquisición en 2001, la propiedad había atraído la atención de otras celebridades, incluyendo a Jennifer Lopez, Matt Damon y Alejandro Sanz, quienes también poseen residencias en la misma área.
Con esta venta, Shakira cierra un capítulo complicado en su vida, mientras continúa enfocándose en su carrera y en su vida personal desde su nueva residencia en Fisher Island.
