Caracas, 19 de agosto de 2024 – El Gobierno de Venezuela calificó este viernes como «cómplices violentos» a los once países americanos cuyos Gobiernos no reconocen la victoria electoral de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales del 28 de julio. A pesar de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ratificó los resultados, estos siguen siendo cuestionados por gran parte de la comunidad internacional.
En un comunicado emitido por el gobierno venezolano, Caracas expresó su rechazo «en los términos más enérgicos» al comunicado conjunto de los gobiernos de Chile, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay. Estos países denunciaron que el TSJ «pretende convalidar los resultados» sin una base sólida, según sus declaraciones.
Venezuela argumentó que los once países están «violando el derecho internacional» y cometiendo un «acto inaceptable de injerencia en asuntos que solo competen a los venezolanos». Además, acusó a estos gobiernos de «avalar y ser cómplices de la violencia criminal» que se ha desatado en las protestas postelectorales, culpando a la oposición por los disturbios.
El gobierno venezolano exigió «absoluto respeto a su soberanía e independencia» y aseguró que «pulverizará» todas las acciones que intenten emprender estos países «a través de sus fracasados gobiernos en contra del pueblo venezolano».
La reacción de Caracas se produce después de que los once países expresaran su desconfianza en «la supuesta verificación» de los resultados electorales por parte del TSJ y el Consejo Nacional Electoral (CNE), instituciones que, según ellos, están bajo el control del chavismo. La oposición venezolana, agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), sostiene que su candidato, Edmundo González Urrutia, ganó las elecciones y ha presentado «el 83.5% de las actas electorales» para respaldar su reclamo.
La comunidad internacional sigue exigiendo que se publiquen los resultados desagregados de las elecciones, un punto que estaba contemplado en el cronograma oficial, pero que no ha sido cumplido hasta la fecha.