**Santo Domingo**.- El abogado Félix Damián Olivares expresó su preocupación por la propuesta de reforma constitucional presentada por el presidente Luis Abinader, especialmente en lo que concierne al Ministerio Público (MP). Según Olivares, aplicar los cambios propuestos en este ámbito podría representar un riesgo para la estructura del Estado.
«Creo que el presidente debería seguir designando al procurador o procuradora y a la mitad de los adjuntos para poder trazar las políticas generales de su gestión,» comentó Olivares. Explicó que la Constitución, en su artículo 4, define claramente la separación de poderes del Estado—Ejecutivo, Legislativo y Judicial—señalando que la naturaleza del MP deriva del Ejecutivo.
Olivares advirtió que convertir al Ministerio Público en un «cuarto o quinto poder del Estado» sería impropio y peligroso, ya que este organismo tiene un rol fundamental dentro del Poder Ejecutivo, encargado de hacer cumplir las leyes penales. «Un poder tan formidable como el de determinar qué se investiga y a quién se persigue necesita un responsable último, y no puede ser que este sea destituido por una crisis y un juicio político,» subrayó.
En cuanto a la propuesta de limitar la reelección presidencial a dos periodos sin posibilidad de modificación constitucional, Olivares señaló que esta medida siempre ha gozado de gran aceptación social. No obstante, manifestó que la mejor reforma constitucional es aquella que no se realiza, resaltando que de las 39 reformas que ha tenido la Constitución dominicana, 36 han estado relacionadas con la reelección presidencial.
Finalmente, Olivares comentó sobre la propuesta de reducir el número de diputados, señalando que, si se utiliza el distrito uninominal en la Ley Electoral, se podrían evitar muchos de los problemas actuales en la actividad política, además de reducir costos de campaña y mejorar la calidad del sistema político.
«La mejor reforma constitucional es aquella que no se hace,» concluyó Olivares, recordando que sistemas como los de Costa Rica y Estados Unidos han mantenido sus constituciones con pocas modificaciones, logrando así una estabilidad democrática a lo largo del tiempo.
