El caso de Wade Wilson, también conocido como el ‘Deadpool Killer’ o el ‘asesino guapo’, ha generado gran conmoción debido a la brutalidad de sus crímenes y la reacción de un sector del público. Wilson fue condenado a la pena de muerte por el asesinato de dos mujeres, Kristine Melton y Diane Ruiz, en un solo día en octubre de 2019.
El crimen: El 7 de octubre de 2019, Wilson, entonces de 25 años, conoció a Kristine Melton en un bar en Cabo Coral, Florida. Tras compartir unas copas, ambos fueron a la casa de Melton. Según las autoridades, después de un encuentro sexual bajo la influencia de drogas, Wilson estranguló a Melton mientras ella dormía, acabando con su vida.
Luego de este primer asesinato, Wilson robó el auto de Melton y, mientras se dirigía a la casa de su exnovia, encontró a Diane Ruiz caminando por la calle. Cuando Ruiz se negó a subir al vehículo, Wilson la golpeó, estranguló y, en un acto de extrema violencia, la atropelló repetidamente hasta matarla.
Durante el juicio, Wilson admitió haber asesinado a ambas mujeres sin ningún motivo más allá del deseo de matar, lo que fue descrito por el fiscal estatal, Andreas Gardiner, como un caso de «matar por matar». La frialdad y brutalidad de sus actos fueron determinantes para que fuera sentenciado a la pena de muerte.
Reacciones y controversia: A pesar de la gravedad de sus crímenes, Wilson ha recibido el apoyo de algunas personas, especialmente mujeres, que le han enviado cartas de amor y han solicitado su perdón debido a su atractivo físico. Este fenómeno ha generado un debate sobre la influencia de la apariencia física en la percepción de la culpabilidad y la justicia.
El caso de Wade Wilson es un ejemplo inquietante de cómo el atractivo físico de un criminal puede nublar el juicio de algunos individuos, pese a la brutalidad y gravedad de los delitos cometidos.
