**Los Ángeles, EE.UU.**. Britney Spears está enfrentando un cambio significativo en su vida financiera con el cumplimiento del 18º cumpleaños de su hijo menor, Jayden. A partir de este 12 de septiembre, los pagos de manutención que la «Princesa del Pop» ha estado realizando a su exesposo, Kevin Federline, llegarán a su fin.
Durante más de 17 años, Spears ha proporcionado apoyo económico para sus dos hijos, Jayden y Sean Preston, con pagos que en su punto más alto llegaron a alcanzar los 480,000 dólares al año. Este cese de pagos representa un punto de inflexión no solo para su hijo menor, sino también para Federline, quien ha dependido en gran medida de estos ingresos.
Desde su divorcio en 2007, Federline ha recibido considerable ayuda financiera de Spears, pero las fuentes cercanas a la cantante indican que él no está preparado para este cambio. “La cantidad de dinero que Britney le ha dado a Kevin para los dos niños es suficiente para mantener a toda una familia”, reveló una fuente.
Federline, conocido por su breve carrera como bailarín de respaldo y estrella del pop, ahora enfrenta un ajuste en su estilo de vida. Actualmente reside en un lujoso vecindario en Oahu, Hawái, con su esposa Victoria Prince y sus seis hijos. La noticia del cese de los pagos puede traer consigo un cambio drástico en su situación financiera.
A lo largo de los años, Federline ha tenido problemas financieros y en 2018 solicitó un aumento en la manutención, alegando dificultades para mantener a sus hijos. Sin embargo, con la llegada de la mayoría de edad de Jayden, estos pagos se terminarán, y el futuro financiero de Federline podría verse afectado.
En contraste, Spears parece estar disfrutando de una nueva etapa en su vida. Tras el éxito de su libro de memorias, ‘The Woman in Me’, y su enfoque en reconstruir su relación con sus hijos, la cantante ha estado enfocada en su bienestar personal y profesional. Aunque no podrá estar con Jayden en su cumpleaños debido a su residencia en Hawái, planea enviarle un regalo especial, que según las fuentes será «más caro que cualquier cosa que su padre podría permitirse».
A pesar de las tensiones en su relación familiar, Spears está comprometida en apoyar a sus hijos sin pasar por intermediarios. Está trabajando para garantizar que cualquier apoyo financiero que brinde no termine en manos de Federline.
Con la culminación de los pagos de manutención y su recuperación financiera, Spears, a sus 42 años, está encontrando una nueva paz en su vida. Su enfoque está en eliminar influencias negativas y en disfrutar de su estabilidad económica. Como indican sus allegados, “Britney está viviendo su mejor vida”, y continúa avanzando con confianza en esta nueva etapa de su vida.
