Por Richard Cabrera, Portada Nacional
La República Dominicana atraviesa una profunda crisis en su sistema eléctrico, con apagones que superan las 24 horasen muchas zonas del país. A pesar de las inversiones millonarias en la red eléctrica, la realidad muestra que el servicio continúa empeorando. Lo que algunos catalogan como una «trampa eléctrica» parece solo beneficiar económicamente a quienes manejan el sistema, mientras la población sufre un servicio cada vez más deficiente.
El colapso del sistema eléctrico se refleja en averías constantes que se agravan cada día, y las respuestas de las empresas eléctricas son insuficientes. Los clientes que intentan comunicarse para reportar fallos se encuentran con la falta de recursos como camiones y equipos para reparar las líneas eléctricas, lo que retrasa aún más el restablecimiento del servicio.
El alto costo de la electricidad se ha convertido en un tema recurrente entre los ciudadanos, sumado al gasto adicional en inversores y baterías, que han disparado los precios de estos dispositivos. Lo que muchos pensaban que sería una solución temporal, parece haberse convertido en una necesidad permanente.
El Staff de Portada Nacional realizó un recorrido por distintos barrios y zonas del país, y el escenario es desalentador: apagones constantes que afectan la vida diaria de los dominicanos, la economía y la productividad. Se prevé que esta situación podría continuar durante décadas si no se toman medidas contundentes para mejorar el sistema.
Los dominicanos están cansados de las promesas incumplidas y de un sistema eléctrico que, en lugar de avanzar, parece retroceder, generando más caos y descontento en la población. Es urgente que las autoridades responsables actúen de manera efectiva para resolver esta crisis y brindar un servicio eléctrico digno y estable.