La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha confirmado su participación en un segundo debate presidencial, organizado por la cadena CNN, programado para el próximo 23 de octubre. La candidata demócrata instó públicamente a su rival, el expresidente Donald Trump, a unirse al evento, buscando una nueva confrontación directa antes de las elecciones presidenciales de noviembre.
«Acepto con mucho gusto un segundo debate presidencial el 23 de octubre», anunció Harris a través de su cuenta en la red social X (anteriormente conocida como Twitter). «Espero que @realDonaldTrump se me una», añadió, en lo que muchos interpretan como un desafío directo a Trump.
Sin embargo, durante un mitin en Carolina del Norte, Trump sugirió que no participará en el debate, argumentando que la votación anticipada ya ha comenzado en varios estados del país. «El problema con otro debate es que ya es demasiado tarde. La votación ya ha comenzado», señaló el expresidente, refiriéndose al hecho de que las urnas anticipadas abrieron esta semana en estados como Minnesota, Dakota del Sur y Virginia.
Trump ya había manifestado previamente su rechazo a participar en más debates presidenciales, afirmando a mediados de septiembre en su plataforma TruthSocial que «¡NO HABRÁ UN TERCER DEBATE!».
El primer enfrentamiento entre Harris y Trump, que tuvo lugar el 10 de septiembre en Pennsylvania, fue percibido como una victoria para la vicepresidenta, según analistas de diversos espectros políticos. Encuestas recientes han mostrado que Harris ganó terreno entre los votantes clave después del debate, lo que ha convertido la carrera presidencial en una competencia ajustada en los estados más disputados.
Este segundo debate se presenta como una oportunidad crucial para ambos candidatos, especialmente para Harris, quien busca consolidar su posición en la recta final de la campaña. La elección anticipada ya está en marcha, y las decisiones que los candidatos tomen en las próximas semanas serán determinantes para los resultados de noviembre.