Por Richard Cabrera
El Poder Ejecutivo está trabajando en una reforma tributaria que tiene como objetivo aumentar las recaudaciones entre un 1.5 % y 1.7 % del Producto Interno Bruto (PIB), lo que representaría alrededor de 110,000 millones de pesos anuales, según informaciones obtenidas de manera extraoficial por Diario Libre.
Las autoridades consideran que un incremento mayor en las recaudaciones podría generar tensiones sociales y afectar negativamente el crecimiento económico. Por esta razón, el plan de reforma ha sido diseñado con prudencia para no trastornar la economía del país, aseguraron fuentes vinculadas a la elaboración del proyecto.
El gobierno entiende que sin un aumento en las recaudaciones fiscales, sería imposible cumplir con las demandas de crecimiento sostenido, como el aumento en la inversión en infraestructuras y servicios públicos, además de enfrentar el servicio de la deuda que, de no ser controlado, podría afectar gravemente las finanzas públicas.
La reciente aprobación de la nueva Ley de Responsabilidad Fiscal ha añadido un desafío adicional, ya que restringe el gasto y el endeudamiento, limitando el margen de maniobra del Estado para financiar su déficit fiscal. Ante esta realidad, la reforma tributaria aparece como la vía más viable para asegurar la estabilidad y el desarrollo económico sin comprometer el bienestar social.
Impacto esperado
Esta reforma busca un equilibrio entre la necesidad de mejorar las recaudaciones fiscales y la preservación de la estabilidad económica, evitando así afectar el crecimiento del PIB a largo plazo. Las autoridades están preparando un paquete de medidas que buscarán optimizar los ingresos sin sobrecargar a los contribuyentes, lo que será clave para mantener la paz social y la confianza en el manejo de las finanzas públicas.
Se espera que en los próximos meses el Poder Ejecutivo presente oficialmente el proyecto de reforma al Congreso Nacional para su evaluación y posterior discusión en el marco legislativo.
