Por Richard Cabrera | Portada Nacional
El béisbol dominicano está de luto. Este domingo, a la edad de 92 años, falleció Osvaldo Virgil, el primer dominicano en jugar en las Grandes Ligas, dejando un legado imborrable en el deporte. Virgil, quien debutó el 23 de septiembre de 1956 con los Gigantes de Nueva York, falleció tras varias semanas hospitalizado.
Su histórico debut, que rompió barreras y abrió las puertas a más de 900 peloteros dominicanos que han seguido sus pasos en las Ligas Mayores, marcó un hito en el béisbol dominicano y mundial. Desde entonces, la República Dominicana se ha consolidado como una cantera inagotable de talentos para el béisbol, con las 30 franquicias de Grandes Ligas operando academias en el país.
Nacido en Montecristi y conocido como «El Oregano», Virgil jugó nueve temporadas en las Grandes Ligas, representando a equipos como los Gigantes de Nueva York, los Tigres de Detroit, los Gigantes de San Francisco, y otros. En su país natal, fue miembro de las Águilas Cibaeñas y los Leones del Escogido.
Hasta sus últimos días, Virgil continuó trabajando en el desarrollo del béisbol, colaborando con los Mets de Nueva York en su academia en Jubey, Boca Chica.
Su fallecimiento ha causado gran pesar en el mundo del deporte y en la sociedad dominicana, recordando la relevancia de su debut en un momento donde las barreras raciales eran un desafío mayor en el deporte. Paz a su alma.