El departamento de Artibonite, en Haití, ha sido escenario de un brutal ataque perpetrado por la banda armada Gran Grif, liderada por Luckson Elan. El ataque, ocurrido en la madrugada, ha dejado un número indeterminado de víctimas y ha obligado a cientos de personas a huir de sus hogares, buscando refugio en la plaza pública de Saint-Marc. Las autoridades no descartan que el número de víctimas aumente en las próximas horas.
Los heridos están recibiendo atención médica en el hospital Saint Nicolas de Saint-Marc, mientras que el grupo armado ha tomado el control de la zona de Pont Sonde, un área estratégica en el departamento de Artibonite, ubicada a unos 100 kilómetros de la capital, Puerto Príncipe.
Respuesta oficial ante la creciente violencia
Ante la escalada de violencia, el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública de Haití ha emitido un comunicado en el que asegura que no permitirán que estos crímenes queden impunes. Las autoridades han instruido a la Policía Nacional de Haití a restablecer el orden y perseguir a los responsables de este ataque. «Los autores y sus cómplices serán perseguidos hasta la última trinchera», reza el comunicado, subrayando la firme intención del gobierno de devolver la paz al país y permitir que los ciudadanos puedan retomar sus actividades cotidianas con libertad y seguridad.
Crisis de desplazamiento y violencia en Haití
Este nuevo acto de violencia ocurre pocos días después de que Estados Unidos y la ONU impusieran sanciones a Luckson Elan, líder de Gran Grif. Sin embargo, las bandas armadas siguen sembrando el terror en el país. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 700.000 personas, más de la mitad de ellas niños, han sido desplazadas dentro de Haití debido a la inseguridad. Este número ha aumentado un 22 % desde junio, reflejando el agravamiento de la crisis humanitaria.
En los últimos siete meses, la violencia ha forzado a más de 110.000 personas a huir de sus hogares, principalmente en zonas como Gressier, al oeste de la capital. El 75 % de los desplazados internos se refugia en otras provincias, y el Gran Sur alberga al 45 % de estas personas, según los datos más recientes.
Violencia sin tregua
Las cifras de violencia en Haití continúan aumentando de manera alarmante. En el segundo trimestre de 2024, al menos 1.379 personas fueron víctimas de la violencia de las bandas, elevando el número total de afectados en lo que va del año a casi 3.900. El año pasado, la ONU reportó un total de 8.000 víctimas, entre muertos y heridos, debido a la violencia extrema que asola al país caribeño.
La situación en Haití sigue deteriorándose, con el control de las bandas armadas extendiéndose a más áreas y la población civil sufriendo las consecuencias de la violencia. Las autoridades enfrentan el desafío de devolver la seguridad y la estabilidad a un país que lucha por superar esta grave crisis.