POR: RICHARD CABRERA
La República Dominicana enfrenta una severa crisis energética marcada por pérdidas millonarias en el sector eléctrico, apagones prolongados y una creciente deuda pública. Según fuentes gubernamentales, Edesur, una de las empresas distribuidoras de electricidad, registra pérdidas del 32%, lo que equivale a unos 2,450 millones de dólares aportados por el gobierno, mientras que el subsidio eléctrico a los consumidores ha alcanzado los 800 millones de dólares.
El déficit del sector eléctrico nacional ha obligado al gobierno a tomar medidas de emergencia, incluidas gestiones para recuperar 600 millones de dólares y mitigar las pérdidas actuales. Sin embargo, la situación ha presionado las finanzas públicas, llevando al gobierno a aprobar préstamos internacionales por un monto de 1,500 millones de dólares, los cuales generarán intereses a largo plazo, comprometiendo a varias generaciones de dominicanos para su pago.
Uno de los problemas clave en el sector eléctrico, además de las pérdidas técnicas y comerciales, es el incumplimiento de pago de algunos ayuntamientos y acueductos, que agravan el déficit del sistema. En los primeros siete meses de este año, el gobierno gastó 50,000 millones de pesos en cubrir el déficit energético, lo que representa el 63% del presupuesto nacional para el sector.
El panorama a futuro parece incierto, con un déficit eléctrico creciente y la necesidad de reformas estructurales profundas para mejorar la gestión y reducir las pérdidas financieras.
