Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz han convertido lo cotidiano en algo extraordinario a lo largo de casi diez años de matrimonio. Con una hija que recientemente cumplió su primer año, la pareja continúa sorprendiéndose mutuamente, pero no con gestos grandilocuentes; más bien, lo hacen a través de pequeños detalles que reflejan la complicidad que los une. Uno de estos detalles es el apodo que se han dado en la intimidad: «mamo».
Durante una reciente aparición en el programa Zapeando, Cristina reveló, entre risas, que llama a su marido «mamo». Aunque suena extraño y poco convencional, este término es una creación única entre ellos, nacida de la mezcla de palabras que definen su relación. Cristina lo describe como un término que carece de lógica fuera de su mundo, pero que, dentro de su burbuja de amor, tiene todo el sentido.
Un apodo que refleja una conexión profunda
Los compañeros de Cristina en el programa, como Miki Nadal y Dani Mateo, mostraron cierta incredulidad ante el apodo. Sin embargo, para la pareja, «mamo» es más que un simple mote; es un símbolo de su entendimiento mutuo, un lenguaje privado que fortalece su conexión. Este apodo se ha convertido en un reflejo de cómo se comunican, utilizando palabras que pueden resultar incomprensibles para los demás, pero que para ellos son casi sagradas.
La intimidad grabada en sus alianzas
Lo que hace aún más especial este apodo es que está inmortalizado en sus anillos de boda, donde «mamo» está grabado para Dabiz y «rubia» para Cristina. Esta decisión de plasmar su conexión única en un objeto tan significativo demuestra la profundidad de su relación.
Una renovación de votos en el horizonte
Con el décimo aniversario de bodas acercándose, Cristina ha compartido sus intenciones de casarse nuevamente con Dabiz, esta vez en una ceremonia religiosa. Este gesto no se trataría de un espectáculo, sino de una celebración genuina de su amor y de lo que han construido juntos. La gran pregunta que queda es si mantendrán sus anillos con los motes grabados o si agregarán algo nuevo. Con esta pareja, siempre hay espacio para la sorpresa.
Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz siguen demostrando que el amor verdadero se encuentra en los pequeños detalles y en la complicidad, convirtiendo lo cotidiano en un viaje extraordinario.