El número de víctimas mortales tras el ataque de una banda armada en Haití ha ascendido a 115, informó este miércoles Myriam Fievre, alcaldesa de la comuna de Saint-Marc. La tragedia ocurrió la madrugada del pasado jueves en el poblado de Pont Sondé, ubicado a unos 100 kilómetros de Puerto Príncipe, y es atribuida a la banda delictiva Gran Grif.
Inicialmente, el ataque dejó más de 70 muertos, entre ellos mujeres, niños y ancianos, causando conmoción en un país que ya se enfrenta a una grave crisis de seguridad y estabilidad. Según la alcaldesa, el número de víctimas podría seguir aumentando, ya que continúan encontrándose cadáveres en la zona. «De vez en cuando nos encontramos con nuevos cadáveres. En los jardines, por ejemplo», declaró Fievre a la agencia EFE.
El martes se encontraron cuatro nuevos cuerpos en la zona de Gran Pon, lo que incrementó el número de fallecidos. La alcaldesa también anunció que ha solicitado un presupuesto para organizar un funeral simbólico y colectivo en honor a las víctimas, a la espera de recibir la aprobación de las autoridades centrales.
El primer ministro de Haití, Garry Conille, visitó el hospital Saint Nicolas en Saint-Marc el sábado para solidarizarse con los sobrevivientes y las familias afectadas. Conille calificó el ataque como «inhumano» y subrayó la necesidad de una respuesta estatal «urgente, rigurosa y coordinada» ante este nuevo acto de violencia dirigido contra civiles inocentes.
La ONG Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (Rnddh) reveló que los rumores de una masacre planificada circulaban en Pont Sondé desde hacía al menos dos meses. Según el informe, los atacantes culparon a la población local de colaborar con ‘La Coalición’, un grupo de autodefensa que intenta frenar las actividades delictivas de Gran Grif, especialmente en la carretera nacional donde la banda había instalado un peaje para lucrarse.
