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Caracas, Venezuela – El presidente Nicolás Maduro denunció este lunes que Estados Unidos está detrás de un intento de golpe de Estado contra su gobierno, con la intención de imponer un «modelo fascista» en el país. En una declaración televisada, Maduro afirmó que este plan busca desestabilizar a Venezuela y mencionó a los presidentes Javier Milei de Argentina y Daniel Noboa de Ecuador como ejemplos de líderes que, según él, apoyan esta agenda.
Acusaciones de Fascismo y Desestabilización
Maduro calificó el modelo que supuestamente intentan imponer como fascista, enfatizando que hay un «intento de golpe de Estado» en marcha. Esta acusación se produce en un contexto de tensiones políticas tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, donde Maduro fue proclamado vencedor por el Consejo Nacional Electoral (CNE). Sin embargo, el resultado ha sido cuestionado tanto por la oposición como por varios países, que no reconocen su legitimidad.
El líder venezolano expresó que, a pesar de la validación de su victoria por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), muchos países siguen sin aceptar los resultados. La oposición, por su parte, ha defendido que su candidato, Edmundo González Urrutia, ganó por un amplio margen y ha presentado actas electorales que el gobierno desestima como fraudulentas.
Protestas y Reacciones Internacionales
Desde las elecciones, se han desatado protestas en Venezuela y críticas de la comunidad internacional, que Maduro interpreta como parte de un plan orquestado por EE. UU. para derrocar su gobierno. En su discurso, el presidente hizo una conexión entre los acontecimientos actuales en Venezuela y la historia de la IV Cumbre de las Américas, recordando que en 2005 varios países, incluidos Venezuela, Argentina y Brasil, rechazaron los acuerdos del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que Maduro considera que hubieran perjudicado gravemente la economía del continente.
Conclusiones
Las declaraciones de Maduro reflejan la tensión persistente en la política venezolana, donde el gobierno enfrenta críticas tanto internas como externas. A medida que se desarrollan los acontecimientos, el gobierno chavista continúa defendiendo su posición ante las acusaciones de fraude electoral y la injerencia extranjera en sus asuntos internos. La situación en Venezuela, marcada por la polarización política y económica, sigue siendo un tema de atención en el ámbito internacional.