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Santo Domingo – En respuesta a las recientes lluvias y al riesgo de enfermedades transmitidas por vectores, el Ministerio de Salud, en coordinación con alcaldías y otras instituciones, ha intensificado medidas preventivas en todo el país. Los operativos de salud se han duplicado en áreas de mayor riesgo, y la población está siendo orientada sobre la importancia de mantener los espacios limpios y de almacenar el agua de manera segura para evitar criaderos de mosquitos.
Estas medidas buscan reducir la incidencia de enfermedades como el dengue y la malaria, que suelen aumentar en épocas de lluvias debido al agua acumulada que se convierte en foco para la reproducción de mosquitos. Tan pronto mejoren las condiciones climáticas, se reanudarán fumigaciones, descacharrización y la distribución de larvicidas en zonas priorizadas para eliminar mosquitos adultos. El Ministerio también pide a la ciudadanía colaborar eliminando posibles criaderos en sus hogares y comunidades.
El ministro de Salud, Víctor Atallah, anunció que se realizarán más de 940 intervenciones en sectores afectados, coordinadas por cada Dirección Provincial de Salud en conjunto con el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) y la Mesa de Salud, asegurando un trabajo en equipo para maximizar la efectividad de estas acciones.
Como parte de la campaña «Ganémosle al dengue», se promueve el lema “¡Elimina, limpia y tapa!”, que insta a los ciudadanos a tomar medidas preventivas, tales como eliminar aguas estancadas y mantener los espacios limpios y libres de desechos. También se fomenta la educación en las comunidades para que los residentes busquen atención médica temprana y mantengan entornos saludables.
El Ministerio de Salud recordó que aunque enfermedades como el dengue, malaria y leptospirosis están bajo control, es esencial que la población colabore en la prevención. Se recomienda evitar el contacto con agua contaminada, usar repelente, mantener la higiene en el hogar, tapar adecuadamente los recipientes de agua, desechar basura correctamente, consumir agua potable, y asegurar la cocción adecuada de los alimentos. Estas acciones son clave para proteger la salud pública y prevenir brotes de enfermedades tras las lluvias.