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Teófilo Abreu
El presidente Luis Abinader no ha dicho ni “esta boca es mía”, frente a un problema institucional que él originó, y que ha provocado una crisis cuyo desenlace parece impredecible.
Nadie se ha atrevido a decir la verdad respecto a la responsabilidad que pesa sobre el presidente Luis Abinader, en torno a la crisis que afecta al municipio de La Vega, que luego de más de dos meses de celebradas las elecciones municipales, no cuente con sus legítimas autoridades electas.
No queremos afirmar, y ni siquiera suponer que el mandatario ha querido lavarse las manos como Pilatos, pero ha mantenido silencio ante esta crisis que no encuentra salida, y que amenaza con llagar a los tribunales.
Y es el responsable directo porque, después de que el alcalde Kelvin Cruz resultara reelecto para un tercer período, lo designó mediante decreto ministro de Deportes, en un acto de desconocimiento e irrespeto a la decisión soberana que habían tomado en las urnas los munícipes de La Vega.
Todo el mundo conoce la historia. Amparo Custodio, de Alianza País, en su calidad de aliada, y quien resultó electa vicealcaldesa, se negó a aceptar asumir el cargo de alcaldesa, por presiones de la dirigencia local del Partido Revolucionario Moderno (PRM), y optó por renunciar a todo.
Al fracasar los esfuerzos de la dirigencia del PRM de que el nuevo alcalde fuera designado por el Presidente, y ser rechazado el regidor escogido para esa posición por la Sala Capitular, optaron por convencer a Custodio de que retirara su renuncia y asumiera la alcaldía a lo que ella finalmente aceptó más de dos meses después.
Esta última decisión de la señora Custodio se ha encontrado de frente con el bloque opositor, integrado por los partidos Fuerza del Pueblo (FP), de la Liberación Dominicana (PLD), Revolucionario Dominicano (PRD) y Opción Democrática (OD), que desde un principio plantearon que la única solución era la celebración de nuevas elecciones municipales.
Estas organizaciones, que ha habían hecho ese planteamiento ante la Junta Central Electoral, consideran que la renuncia de la señora Custodio no tiene vuelta atrás, y que su instalación como alcaldesa sería violatorio a preceptos legales, por lo que, de producirse, llevarían el caso ante los tribunales.
Mientras tanto, continúa el municipio de La Vega sin autoridades municipales legítimas, por un problema provocado por una triste decisión del presidente Abinader.