Trump nombra a RFK Jr. jefe de Salud y Servicios Humanos

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El presidente electo Donald Trump ha anunciado el nombramiento del activista y abogado antivacunas Robert F. Kennedy Jr. como próximo secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS). Este nombramiento coloca a Kennedy al frente de una de las agencias más grandes e influyentes del gobierno de los Estados Unidos, encargada de la supervisión de la seguridad de medicamentos, vacunas y alimentos, además de gestionar programas críticos como Medicare y Medicaid.

En un comunicado publicado en su plataforma Truth Social, Trump argumentó que «durante demasiado tiempo, los estadounidenses han sido aplastados por el complejo industrial de alimentos y las compañías farmacéuticas» y señaló que Kennedy es la persona adecuada para «hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande y saludable». Kennedy, quien anteriormente se postuló de forma independiente en la carrera presidencial, abandonó su candidatura tras acordar su respaldo a Trump a cambio de un papel clave en la política de salud.

Kennedy ha sido una figura polarizante debido a su postura antivacunas, una posición que ha promovido durante años y que le ha ganado seguidores, especialmente entre quienes desconfían de las grandes corporaciones farmacéuticas y agroindustriales. Durante la campaña, Trump hizo énfasis en mejorar la calidad de los alimentos en el país, apuntando a implementar estándares similares a los de Europa bajo la iniciativa «Hagamos que Estados Unidos vuelva a ser saludable». Sin embargo, existe incertidumbre sobre cómo este enfoque se alineará con la tendencia de Trump hacia la desregulación industrial, incluida la reducción de inspecciones en sectores como la industria cárnica.

El nombramiento de Kennedy es polémico y podría enfrentar oposición en el Senado, incluso de algunos republicanos, debido a sus posturas controversiales en salud pública y su historial de difundir teorías desacreditadas sobre las vacunas. Este nombramiento marca un punto de inflexión en la política de salud pública de la próxima administración, enfocándose en la regulación de la industria alimentaria y farmacéutica desde una perspectiva más crítica hacia las corporaciones.

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