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Un fuerte enfrentamiento se ha desatado entre los senadores y diputados de la República Dominicana, luego de que el senador Alexis Victoria Yeb se pronunciara a favor de una propuesta que busca limitar las exoneraciones fiscales para los legisladores, sugiriendo que solo los diputados reciban una exoneración. Sin embargo, la propuesta ha generado una respuesta negativa por parte de los diputados, quienes ahora están preparando un proyecto de ley para solicitar la eliminación del «barrilito» de los senadores, el cual se ha convertido en un tema polémico en la política dominicana.
Propuesta de Victoria Yeb y su Repercusión
El senador de la provincia de Hato Mayor, Alexis Victoria Yeb, propuso que los diputados solo reciban una sola exoneración, limitando así los beneficios fiscales que reciben los legisladores, un tema que ha causado tensiones dentro del Congreso Nacional. Esta propuesta se da en el contexto de las crecientes críticas hacia los privilegios de los legisladores y la falta de transparencia en el uso de fondos públicos.
Sin embargo, los diputados han reaccionado en contra de esta propuesta, señalando que existe un desequilibrio en los beneficios otorgados a los senadores, especialmente en lo que respecta al denominado «barrilito», que otorga grandes sumas de dinero para proyectos sociales y otras iniciativas a discreción de los senadores.
El Proyecto de Ley de los Diputados: Eliminación del «Barrilito» Senadores
En respuesta a la propuesta de Victoria Yeb, los diputados han comenzado a elaborar un proyecto de ley para solicitar la eliminación del «barrilito» que beneficie a los senadores, y que, según informes, representa una inversión anual del gobierno superior a los 252 millones de pesos. La medida busca reducir la discrecionalidad en el uso de estos recursos y promover una distribución más equitativa de los beneficios entre ambas cámaras del Congreso.
El «Barrilito»: Un Tema Controversial
El «barrilito» es un mecanismo de financiamiento utilizado por los senadores para otorgar fondos a proyectos sociales en sus respectivas provincias. Sin embargo, el uso de estos fondos ha sido objeto de controversia, ya que se ha señalado que en ocasiones se destinan a iniciativas poco transparentes o que favorecen a intereses particulares. A pesar de las críticas, el «barrilito» sigue siendo una herramienta poderosa que permite a los senadores tener un control considerable sobre el destino de los recursos públicos.
Este enfrentamiento refleja una disputa más amplia sobre cómo deben manejarse los beneficios y recursos dentro del Congreso, en medio de un creciente clamor por mayor transparencia y rendición de cuentas en el uso de fondos públicos.
