DE POLÍTICA CULTURAL Y MARCA PAÍS

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POR CÉSAR DALMASÍ

Para mí y sin menoscabo de cualquier otro, el periodista dominicano que más se ha preocupado por la existencia y correcta aplicación de una política  cultural y la definición de una marca país, lo es Aquino Rubio,  que desde hace décadas viene abogando por eso, así lo atestiguan su diversidad de artículos, programas de radio y de televisión sobre el tema y en apoyo a su inquietud  refiero aquí que,  ciertamente se hace necesario e incluso urge trabajar desde el oficialismo por una verdadera política cultural y por el establecimiento de una marca país, toda vez que nos sobran condiciones y cualidades para que así sea.

Estoy plenamente convencido al igual que Aquino Rubio de que si estableciéramos  una real y correcta política cultural y definiéramos acciones que favorezcan una marca país, República Dominicana vería engrosar su Producto Interno Bruto PIB, porque crecería el turismo, nuestros productos tangibles e intangibles serían aceptados con mayor facilidad en otros mercados internacionales y obviamente mejor cotizandos, también vendrían más inversores internacionales, esto sumado a que tenemos una buena base jurídica y un clima de seguridad envidiable en relación a otros países, pero además ahí está nuestra industria deportiva; todo esos y otros beneficios nos aportarían  mucho si sólo lográramos instituir una política cultural e imponer una marca país.

Y por lo dicho en el párrafo anterior es que no es cualquier persona que puede estar al frente del Ministerio de Cultura, (No me estoy refiriendo a nadie en particular), pero sí hay que decir que ese es un ministerio muy especializado y tiene una responsabilidad y un compromiso extremadamente serio frente al desarrollo del país en muchísimos sentidos,  el Ministerio de Cultura no es una institución para complacer a amigos ni a políticos, todo lo contrario desde ahí habrá de desarrollarse y establecerse las acciones que harán cada vez más grande al país y a cada dominicano, realzando todas nuestras condiciones, valores y características que tenemos y nos definen como pueblo y como conglomerado social políticamente estructurado.

La República Dominicana tiene una diversidad cultural única y admirable, a la cual se le pudiera estar sacando beneficios a nivel del turismo y nos facilitaría vender nuestra imagen como grupo social y especialmente todos los rasgos que nos definen, resaltando las características de esa dominicanidad que hace ebullir cada parte nuestra; pero lamentablemente eso ha sido letra muerta para gobiernos y ministros que han pasado por dicha cartera oficial, claro, toda regla tiene su excepción, porque por el Ministerio de Cultura han pasado uno que otro y muy conocidos por nosotros que sí tienen conciencia de lo que eso significa.

Por ejemplo para mostrar mínimamente con qué contamos culturalmente, en términos de la cultura espiritual tenemos nuestra religiosidad, históricos santuarios y aunque por mi condición de Católico Apostólico y Romano no quisiera ni decirlo,  lo cierto es que el dominicano aunque eminentemente Católico también tiene un particular sincretismo religioso, que quiérase o no forma parte de esa área cultural, pero además en lo relativo a la parte de la cultura popular material podemos resaltar por ejemplo esa rica artesanía,  pero por igual tenemos nuestra culinaria que es única con las especificaciones regionales de la misma.

Así mismo contamos con una herencia antropológica que nos hace ser únicos, con esas raíces africanas, indígenas, españolas, criollas y más; toda esa mescolanza nos hace ser irrepetibles, entonces por qué razón no se trabaja a favor de sacar beneficios a toda nuestra realidad e imponemos de una  vez y para siempre esa política cultural que tanto nos hace falta e impulsamos a al mismo tiempo acciones a favor de establecer toda una marca país, al contrario estamos permitiendo que reconocidísimas marcas nuestras las estén adquiriendo empresarios extranjeros que no saben lo que le ha costado al país establecer y contar con determinadas marcas comerciales.

De manera  y reitero que desde el oficialismo si hacemos un recorrido, veremos que en toda nuestra vida democrática a la fecha no ha habido un gobierno que se haya preocupado por resaltar nuestra verdadera cultura e instaurar oficialmente una política cultural concreta y real; a pensar de que en nuestro país contamos con recurso humano, científico y profesional de sobra para que desde el Estado y por vía del Ministerio de Cultura se haga el trabajo que se requiere para resaltar y hacer brillar nuestros rasgos.

Pero lamentablemente mientras ese Ministerio esté siendo regenteado por  personas que no saben un ápice de lo que es la política cultural de un país seguirá todo a la brigandina y gastando, sí dije gastando una millonada anualmente en una llamada feria del libro que no es feria y no logra los objetivos de impulsar el hábito a la buena lectura, esa “feria del libro” hace años que es más bien una feria del frikitaki.

Recalco finalmente que todo lo anterior lo hemos hecho inspirado y en apoyo a la preocupación e inquietud del abogado y periodista Aquino Rubio sobre la necesidad de que exista una marca país y de que se establezca desde el Estado formal y oficialmente una verdadera política cultural;  que por cierto estamos en un buen momento para eso ya que el presidente de la República Luís Abinader ha demostrado que quiere dejar una República Dominicana transformada, organizada y con instituciones fuertes cada una cumpliendo su rol.

Pero hay que reconocer que todo eso no lo hará sólo una persona como ministro de cultura, aunque eso es primordial que al frente de dicho Ministerio de Cultura esté una persona como ministro que sepa lo que tiene entre manos y que eche manos a la obra como muy bien decimos los dominicanos.

Así que ahora es el momento!!!

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