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El régimen de Nicolás Maduro endurece su postura ante las sanciones internacionales, implementando medidas represivas que afectan tanto a opositores políticos como a la diplomacia extranjera en Venezuela. La reciente Ley Simón Bolívar, promulgada tras la reelección de Donald Trump en EE.UU., establece penas de hasta 30 años de prisión para quienes promuevan sanciones internacionales contra el país, marcando un nuevo capítulo en el conflicto político interno y la presión internacional.
Opositores asilados en la Embajada de Argentina
En el foco de la tensión se encuentra un grupo de seis opositores políticos refugiados desde marzo en la embajada argentina en Caracas. Entre ellos destacan figuras clave de Vente Venezuela, como Magalli Meda, mano derecha de María Corina Machado, y Pedro Urruchurtu Noselli, encargado de relaciones internacionales del partido. Todos enfrentan acusaciones de traición a la patria, conspiración y asociación para delinquir.
El asilo diplomático, garantizado en principio por Argentina, se ha visto gravemente afectado por presiones directas del régimen chavista. Entre los actos de hostigamiento denunciados están:
- Cortes de luz y racionamiento de agua durante días consecutivos.
- Acoso a proveedores de alimentos, lo que dificulta la entrega de víveres.
- Rondas de funcionarios encapuchados y vuelos de drones sobre la embajada.
- Restricciones al personal diplomático, generando temor y deserción en algunos empleados.
Respuesta internacional y silencio diplomático
El Gobierno de Javier Milei condenó los actos de hostigamiento, calificándolos de «intimidación» y exigiendo salvoconductos para que los asilados puedan abandonar Venezuela de manera segura. Asimismo, agradeció a Brasil por asumir la representación de sus intereses en Caracas y garantizar la protección diplomática del recinto. Sin embargo, el Gobierno brasileño, pese a sus deterioradas relaciones con Maduro, ha optado por un perfil más discreto.
La comunidad internacional ha sido llamada a pronunciarse contra estas prácticas, aunque, hasta ahora, el silencio ha sido predominante, incluso por parte de figuras como el Nuncio Apostólico en Caracas.
Reacciones del régimen
En una rueda de prensa reciente, Diosdado Cabello, vicepresidente del PSUV y ministro de Interior y Justicia, negó cualquier acto de intimidación hacia la embajada argentina. «Si no tienen luz, que paguen los servicios. No les vamos a regalar nada», afirmó, desestimando las acusaciones y aumentando las tensiones con el gobierno de Milei.
Un conflicto en escalada
El caso refleja la creciente presión internacional sobre el régimen venezolano y su resistencia a permitir salidas negociadas para sus opositores. Las próximas semanas serán cruciales para determinar si se logra un consenso diplomático o si el enfrentamiento político toma un curso más agresivo, tanto dentro como fuera de Venezuela.
