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Hollabrunn, Austria – En un espectáculo que combina tradición, folclore y un toque de terror, las calles de Austria se llenaron de criaturas demoníacas durante el tradicional desfile de Krampus, una figura legendaria del folclore alemán y austriaco. Este peculiar evento reunió a 15 grupos de diferentes regiones del país, quienes se burlaron y “azotaron” simbólicamente a quienes osaron acercarse demasiado.
El Krampus: Un Compañero de Papá Noel con una Oscura Misión
En la tradición germánica, el Krampus es el oscuro compañero de Papá Noel, encargado de castigar a los niños malos. Con cuernos, máscaras espeluznantes y una cesta de mimbre tejida sobre su espalda, la criatura tiene la tarea de golpear simbólicamente a los traviesos y, según el mito, llevarse a algunos en su cesta.
Esta tradición de invierno, que contrasta con la imagen festiva de Papá Noel, simboliza un recordatorio para los niños y adultos sobre las consecuencias del mal comportamiento.
Renovando una Tradición Extinta
El desfile de Krampus había desaparecido en muchas ciudades de Austria, pero hace 20 años, el grupo local Dionisios Pass decidió revivir la tradición en la ciudad de Hollabrunn. Desde entonces, el evento se ha convertido en un hito cultural, atrayendo a lugareños y turistas que desean experimentar esta singular celebración.
Los participantes elaboran meticulosamente sus trajes y máscaras, algunos de los cuales están hechos a mano con técnicas tradicionales que reflejan la rica herencia cultural de la región. Los desfiles no solo son un espectáculo visual, sino también una representación viva del folclore y las costumbres austriacas.
Un Evento de Horror y Diversión
Mientras que algunos encuentran al Krampus aterrador, el desfile también está cargado de humor y camaradería. Los espectadores, tanto adultos como niños, se divierten tratando de escapar de las criaturas, que a menudo los persiguen y simulan azotarlos con ramas.
La revitalización de esta tradición no solo preserva un aspecto importante del folclore austriaco, sino que también contribuye al turismo cultural y la apreciación de las costumbres locales.
Con el renacimiento de eventos como el desfile de Krampus, Austria demuestra que su rica herencia cultural sigue siendo una parte vibrante de su identidad moderna, recordando que incluso las tradiciones más oscuras pueden iluminarse con un toque de creatividad y celebración.
