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Las Palmas de Gran Canaria, 7 de diciembre de 2024
En una operación conjunta liderada por la Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, con el apoyo de la DEA estadounidense, la Policía Judiciária de Portugal y la Policía Federal de Brasil, se incautaron más de 3,300 kilos de cocaína. La droga fue localizada en un pesquero de bandera venezolana a 1,000 millas al oeste de las Islas Canarias.
El abordaje, llevado a cabo por el Buque de Operaciones Especiales Petrel de Vigilancia Aduanera, culminó con el arresto de los 10 tripulantes de la embarcación y la incautación de 110 fardos de cocaína, cada uno con un peso aproximado de 30 kilos.
Origen de la Operación y Coordinación Internacional
La investigación comenzó en noviembre, cuando la DEA alertó a las autoridades españolas sobre una organización criminal internacional que planeaba transportar una gran cantidad de cocaína desde Sudamérica hacia las costas españolas. La información indicaba que el transporte sería realizado mediante un pesquero que actuaría como barco nodriza, con la intención de trasvasar la droga a otra embarcación en altamar.
Con esta información, los agentes diseñaron un operativo para interceptar el cargamento antes de que pudiera llegar a su destino final. La operación fue coordinada por la Fiscalía Especial Antidroga de la Audiencia Nacional.
Intercepción y Confiscación de la Droga
El 29 de noviembre, el Petrel detectó el pesquero navegando sin luces hacia España. Durante la inspección, la tripulación fue sorprendida arrojando bultos al mar, que posteriormente fueron identificados como los fardos de cocaína.
En el interior del pesquero, los agentes encontraron los 110 fardos, con un peso total superior a 3,300 kilos. Los detenidos, de los cuales nueve son venezolanos y uno colombiano, fueron trasladados al Puerto de Las Palmas de Gran Canaria junto con la droga confiscada.
Desmantelamiento de la Embarcación
Debido al mal estado del pesquero, que presentaba al menos dos vías de agua abiertas, la embarcación fue hundida para evitar riesgos. Este procedimiento también impidió que la nave pudiera ser utilizada nuevamente para actividades ilícitas.
Impacto de la Operación
La operación representa un golpe significativo contra las redes de narcotráfico internacional y refuerza la importancia de la cooperación entre agencias policiales de diferentes países.
La droga confiscada habría tenido un valor multimillonario en el mercado europeo, destacando la efectividad de las estrategias internacionales para combatir el tráfico de estupefacientes a gran escala.
