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Altos de Chavón, República Dominicana — Miles de fanáticos se congregaron para celebrar la música del icónico cantautor colombiano Carlos Vives, en una velada mágica bajo un cielo estrellado. Con su tour “El rock de mi pueblo vive”, el artista ofreció un concierto lleno de nostalgia, energía y una conexión única con su público.
En un recorrido musical de más de dos horas, Vives compartió momentos íntimos de su vida y carrera, combinados con audiovisuales que reflejaron su historia. Desde sus inicios en Santa Marta hasta su consolidación como una de las figuras más importantes de la música latina, cada canción contó una parte de su legado.
Un viaje musical: de vallenatos clásicos a himnos modernos
La noche inició con el emblemático vallenato “La gota fría”, que marcó un antes y un después en su carrera en los años 90. Canciones como “Ella es mi fiesta”, “Déjame entrar”, y el contagioso ritmo de “La bicicleta”, en colaboración con Shakira, mantuvieron al público vibrante.
La primera parte del concierto incluyó un emotivo guiño a Puerto Rico con temas como “Canción bonita” junto a Ricky Martin y “Nota de amor” con Wisin y Daddy Yankee, recordando los lazos especiales que lo unen a la Isla del Encanto.
El manifiesto de “El rock de mi pueblo”
En la segunda parte, Vives reflexionó sobre el origen de su propuesta musical:
“Hace 30 años, para ser moderno, había que ser de otra parte… Lo nuestro es un canto de rebeldía, la música que se niega a perder su esencia”, expresó antes de interpretar “Pa’ Mayte”, un tributo a lo afrocolombiano.
Canciones como “Cañaguatera”, “Cumbiana” y “El cantor de Fonseca” resaltaron su compromiso con sus raíces y la diversidad cultural de Colombia. El cierre fue apoteósico con clásicos como “La tierra del olvido”, “Fruta fresca”, y la emotiva despedida con “Cuando nos volvamos a encontrar”.
Un legado que trasciende generaciones
Con 63 años, Carlos Vives demostró que su música sigue más vigente que nunca, conquistando tanto a sus seguidores de siempre como a nuevas generaciones. Altos de Chavón fue testigo de una noche inolvidable, donde el público coreó cada tema como si hubiese sido lanzado ayer.
El tour “El rock de mi pueblo vive” no solo reafirma la fidelidad de sus fanáticos, sino que celebra una carrera marcada por la autenticidad y la conexión profunda con la música latinoamericana.