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El panorama legal para los íconos del hip-hop Jay-Z (Shawn Carter) y Sean «Diddy» Combs se complica aún más con la presentación de una demanda civil que los acusa de agresión sexual a una menor de 13 años durante una fiesta posterior a los MTV Video Music Awards en septiembre de 2000.
Detalles de la Demanda
La demanda fue presentada por una mujer que asegura que ambos músicos la violaron en un evento privado donde «muchas personas presenciaron los hechos pero no intervinieron». Según el escrito, incluso un famoso, cuya identidad no ha sido revelada, observó el acto.
En el momento de la presunta agresión, Jay-Z tenía 30 años y comenzaba su relación oficial con Beyoncé, quien entonces tenía 19. Por su parte, Diddy ya era conocido como un influyente productor y rapero. La demanda forma parte de una creciente lista de casos legales contra Combs, quien enfrenta múltiples acusaciones de tráfico sexual y abuso.
Respuestas y Contexto
Jay-Z ha negado categóricamente las acusaciones, afirmando que son «infundadas y motivadas por intereses económicos». En un comunicado a través de su sello Roc Nation, instó al abogado de la demandante, Tony Buzbee, a presentar cargos penales en lugar de civiles si las acusaciones son verdaderas.
Por otro lado, Diddy enfrenta cargos por tráfico sexual y asociación ilícita, con un juicio penal programado para mayo de 2025. Ha negado todas las acusaciones en su contra, mientras más de 100 presuntas víctimas planean presentar demandas legales.
Impacto en la Industria y las Familias
La demanda también destaca el impacto mediático en las familias de los involucrados. Jay-Z, casado con Beyoncé desde 2008 y padre de tres hijos, expresó su preocupación por el acoso público que podría afectar a su familia.
Además, la vida personal de los acusados ha sido escrutada, incluyendo la relación previa de Jay-Z con la fallecida cantante Aaliyah, víctima confirmada del depredador sexual R. Kelly.
Próximos Pasos Legales
El abogado de la demandante, Tony Buzbee, declaró que «el escrito habla por sí solo» y que el caso será litigado en los tribunales. La comunidad legal y la opinión pública esperan con atención los avances en este escándalo que podría redefinir el alcance del abuso de poder en la industria del entretenimiento.
El juicio penal contra Diddy será un momento clave para determinar la responsabilidad de estas figuras públicas y la credibilidad de las acusaciones presentadas.