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Científicos han detectado por primera vez lo que parecen ser dos estrellas orbitando entre sí en las proximidades de Sagitario A*, el agujero negro supermasivo ubicado en el centro de la Vía Láctea. Este avistamiento, publicado en la revista Nature Communications, plantea nuevas interrogantes sobre la formación y dinámica estelar en entornos extremos.
Un descubrimiento único y desafiante
El agujero negro Sagitario A*, cuya masa es aproximadamente 4 millones de veces mayor que la del Sol, es conocido por su relativa tranquilidad, aunque ocasionalmente consume gas o polvo que pasa cerca. Aunque se sabía que las estrellas pueden formarse y sobrevivir cerca de estos colosos gravitacionales, nunca se había observado un sistema binario en esta región hostil.
Jóvenes y al límite gravitacional
Las estrellas gemelas tienen aproximadamente 2.7 millones de años, lo que las convierte en objetos relativamente jóvenes. Su órbita es particularmente intrigante: están a una distancia exacta que les permite sobrevivir.
- Demasiado separadas: La fuerza gravitacional del agujero negro las habría dispersado.
- Demasiado cercanas: Se habrían fusionado en una sola estrella.
A pesar de su configuración actual, los científicos creen que el sistema no será estable para siempre y que eventualmente ambas estrellas podrían fusionarse, aunque el momento exacto de este evento sigue siendo incierto.
Preguntas abiertas y la importancia del hallazgo
Anna Ciurlo, astrofísica de la Universidad de California en Los Ángeles, calificó el descubrimiento como «interesante e inusual», destacando que aún quedan muchas preguntas por responder sobre la naturaleza y el destino de estos objetos.
Florian Peissker, autor principal del estudio de la Universidad de Colonia, señaló que esta observación es una oportunidad única:
«Realmente estamos en una situación muy afortunada. Observamos el sistema justo a tiempo».
Implicaciones astronómicas
Este descubrimiento no solo amplía nuestro entendimiento de los sistemas estelares en regiones extremas, sino que también desafía las teorías existentes sobre la dinámica gravitacional cerca de agujeros negros supermasivos.
La investigación continuará para desentrañar más detalles sobre estas estrellas y su interacción con el entorno violento que las rodea.
