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Un reciente estudio publicado en la revista Nature ha revelado que la Luna podría ser más antigua de lo estimado previamente, con su formación ocurriendo tan solo 55 millones de años después del inicio del sistema solar, hace aproximadamente 4.560 millones de años. Este hallazgo, resultado de un análisis de la mecánica celeste y la evolución de sistemas planetarios, reconfigura el entendimiento sobre el origen del satélite natural de la Tierra.
Nacimiento de la Luna: Una Colisión Gigantesca
Se acepta ampliamente que la Luna se originó tras una colisión titánica entre una Tierra en formación y un protoplaneta conocido como Theia. Este impacto expulsó material que se acumuló para formar nuestro satélite. Sin embargo, la edad exacta de la Luna ha sido objeto de debate debido a discrepancias en las mediciones de las rocas lunares.
Las rocas cristalizadas que conformaron la corteza lunar, por ejemplo, han sido datadas en 4.350 millones de años, sugiriendo una formación tardía del satélite. Esto parecía problemático al contradecir modelos de formación planetaria y la presencia de cristales de circón que superan los 4.500 millones de años.
La «Segunda Fusión» de la Luna: Una Hipótesis Innovadora
El estudio plantea que la Luna experimentó una segunda fusión causada por la interacción gravitacional con la Tierra. Según los investigadores, esto habría ocurrido unos 200 millones de años después de su formación inicial, durante un período de transición orbital que generó intensas fuerzas de marea en el interior del satélite.
Estas fuerzas provocaron:
- Derretimiento parcial del manto lunar, localizado bajo su corteza.
- Remodelación de la superficie lunar mediante erupciones volcánicas y hundimientos.
- Reajuste de las edades de las rocas debido a una «refundición» y recristalización de los materiales.
Evidencias y Comparaciones Celestes
Fenómenos similares ocurren en otros cuerpos celestes como Ío, una luna de Júpiter que experimenta erupciones volcánicas constantes debido a las fuerzas de marea. En el caso de la Luna, estas fuerzas habrían «reiniciado los relojes radiactivos» de las rocas, explicando por qué muchas parecen tener edades similares pese a formarse en diferentes profundidades.
Impacto en la Historia Lunar
El estudio también explica características físicas de la Luna, como:
- Un déficit en las cuencas de impacto de meteoritos, ya que muchas habrían sido rellenadas por magma durante la segunda fusión.
- La formación de una nueva corteza pocos millones de años después de la creación del satélite.
Una Nueva Perspectiva para la Ciencia Lunar
Este descubrimiento no solo redefine la cronología del satélite, sino que también resuelve preguntas fundamentales sobre su formación y evolución. Aunque se necesitarán más estudios y modelaciones dinámicas, los resultados son una pieza clave para comprender mejor la historia geológica de la Luna y su interacción con la Tierra.
Portada Nacional continuará informando sobre los avances en esta fascinante área de la astronomía.