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El dominicano-estadounidense regresa a Minnesota como rival, enfrentando emociones encontradas y un cálido homenaje.
Karl-Anthony Towns, quien durante nueve años fue el rostro de los Timberwolves de Minnesota, experimentó una mezcla de emociones al regresar al Target Center como jugador de los Knicks de Nueva York. Desde el avión que lo llevó al aeropuerto de Minneapolis hasta el homenaje en la pantalla gigante del estadio, el regreso de Towns fue cualquier cosa menos ordinario.
Un cambio inesperado
Tras ser canjeado a los Knicks antes del inicio de los entrenamientos, Towns dejó atrás su etapa con los Timberwolves, una franquicia que ayudó a reconstruir a lo largo de casi una década. En el intercambio, Minnesota recibió a Julius Randle, Donte DiVincenzo y una mayor flexibilidad en el tope salarial.
“Es extraño estar del otro lado ahora”, comentó Towns, al recordar sus años viendo videos de homenaje desde la perspectiva de un jugador local.
Adaptación en Nueva York
A pesar de lo difícil que fue dejar Minnesota, el cambio ha sido positivo para Towns. Volver a Nueva Jersey, donde nació y creció, le ha facilitado la transición, mientras que su regreso a la posición de pívot encajó perfectamente en la estrategia de los Knicks.
Towns ha demostrado su valía con un promedio de 24.8 puntos por partido, el más alto en los últimos cuatro años. Bajo la dirección del entrenador Tom Thibodeau, quien también lo dirigió en Minnesota, Towns ha destacado por su capacidad de sacrificio y trabajo en equipo.
“Siempre ha tenido un buen toque y grandes instintos, pero su disposición a aprender y sacrificarse por el equipo es lo que lo hace especial,” dijo Thibodeau.
Un legado que perdura
Aunque ahora juega para otro equipo, el cariño por Towns sigue vivo en Minnesota. La multitud en el Target Center respondió con aplausos y respeto durante el homenaje que se le rindió, recordando los momentos inolvidables que compartieron con él.
“Aprecio cada segundo y cada momento,” dijo Towns, reflejando su gratitud por una comunidad que siempre considerará su hogar.
Con los Knicks ocupando el tercer lugar en la Conferencia Este, Towns se perfila como una pieza clave en el intento de Nueva York por alcanzar la gloria en la NBA. Pero, para los fans de Minnesota, siempre será más que un rival: será una leyenda.
