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Un devastador ataque de bandas criminales contra periodistas en Puerto Príncipe ha conmocionado a Haití y al mundo. Durante la reapertura del principal hospital público de la capital, miembros de la peligrosa coalición Viv Ansanmabrieron fuego, dejando un saldo trágico de tres fallecidos, entre ellos dos reporteros y un agente policial, además de siete periodistas heridos.
El horror en primera persona
El fotógrafo Jean Fregens Regala, uno de los sobrevivientes, narró los momentos de terror:
«Algunos fueron alcanzados en el pecho, otros recibieron disparos en la cabeza o la boca. Fue un ataque indiscriminado y brutal».
Las víctimas pasaron más de una hora sangrando sin recibir atención médica, ya que las pandillas controlaban los accesos al hospital y las calles aledañas.
Un evento marcado por la inseguridad
La reapertura del hospital fue organizada sin las mínimas garantías de seguridad. Según Regala, la policía no estaba al tanto del evento, y el ministro de Salud, quien convocó a los periodistas, no asistió. La Asociación Haitiana de Periodistas condenó la falta de previsión y solicitó al gobierno que evite exponer a los reporteros y a la población a riesgos innecesarios.
Control de las pandillas: un país sitiado
Las bandas armadas dominan el 85% de Puerto Príncipe, según informes locales. Incluso, han atacado el principal aeropuerto internacional y las mayores prisiones del país. En el ataque al hospital, los criminales dispararon desde el exterior, obligando a los periodistas a buscar refugio en medio de una lluvia de balas.
Un video del incidente muestra cómo una puerta metálica cedía ante los disparos, mientras los reporteros intentaban desesperadamente ponerse a salvo.
«Me escondí detrás de una caseta de concreto. Si me hubiera movido, estaría entre las víctimas», confesó Regala.
Respuesta insuficiente y desesperación
El presidente interino de Haití, Leslie Voltaire, ofreció sus condolencias a las víctimas, pero el gobierno no ha emitido un plan concreto para frenar la violencia. Mientras tanto, los heridos fueron trasladados a otro hospital que sí contaba con suministros médicos básicos.
Regala describió la precariedad del lugar:
«No había médicos, enfermeros ni materiales de primeros auxilios. Incluso usamos bolsas de plástico como guantes improvisados para ayudar a los heridos».
Un llamado a la acción internacional
El ataque ha evidenciado una vez más la grave crisis de seguridad en Haití. Organizaciones internacionales y locales han intensificado su llamado a la comunidad internacional para implementar medidas que pongan fin al control de las pandillas y restauren el orden en el país.