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En tiempos pasados, las marcas de cerveza y otros productos de gran prestigio tenían el privilegio de asociarse con figuras reconocidas que garantizaban un nivel de respeto y credibilidad en la publicidad. Celebridades como Santos, Yasmín Tavares o Nelson Javier eran elegidas para promocionar estas marcas, asegurando una conexión sólida entre la figura pública y el producto. Sin embargo, en la era actual de las redes sociales, esta dinámica ha cambiado drásticamente.
Portada Nacional
Hoy en día, cualquier persona con un teléfono inteligente puede crear un video y volverse viral, sin la necesidad de tener un prestigio o trayectoria en el medio. Esto ha permitido que muchas marcas opten por promocionarse a través de influencers o personajes efímeros que pueden aparecer y desaparecer en cuestión de días. Esta nueva forma de hacer publicidad, aunque efectiva en términos de alcance, ha suscitado preocupaciones entre comunicadores y publicistas sobre la pérdida de calidad y respeto en el proceso de promoción de productos.
Portada Nacional
Los grandes comunicadores del país han expresado su descontento con esta tendencia, señalando que el valor de asociar una marca con una figura reconocida se ha diluido. Argumentan que las marcas que eligen trabajar con personalidades de internet, que carecen de un historial sólido, arriesgan su reputación y valores fundamentales. La publicidad ya no es lo que solía ser, y muchos ven este cambio como una pérdida de respeto hacia la marca y hacia el consumidor.
Portada Nacional
A pesar de las críticas, el entretenimiento y la viralidad siguen captando la atención del público, lo que lleva a las marcas a adaptarse a esta nueva realidad. Sin embargo, es crucial que las empresas reconsideren su enfoque en la publicidad, buscando un equilibrio entre la modernidad y el respeto hacia las figuras que realmente representan los valores de su marca.
— Richard Cabrera, Portada Nacional.
