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Una comisión de la Junta Directiva Nacional del Colegio Médico Dominicano (CMD), liderada por su presidente Waldo Ariel Suero y 13 miembros adicionales, ocupó este jueves las instalaciones del Servicio Nacional de Salud (SNS) como parte de una protesta en defensa de sus demandas laborales y del sistema de salud.
Huelga de hambre como medida extrema
Los integrantes del CMD anunciaron que se declaran en huelga de hambre, exigiendo la atención inmediata del Gobierno y el cumplimiento de acuerdos previamente firmados. Según Suero, esta decisión responde al cansancio por la falta de respuestas a los reclamos históricos de mejoras salariales, condiciones laborales dignas y una mayor inversión en infraestructura y equipamiento hospitalario.
Portada Nacional
«No abandonaremos esta lucha hasta que nuestras exigencias sean atendidas. Esto no es solo por los médicos, es por la salud de todos los dominicanos», afirmó Suero en declaraciones a la prensa.
Contexto de la protesta
El CMD ha mantenido un enfrentamiento constante con las autoridades del sector salud, denunciando incumplimientos en el aumento salarial pactado, el deterioro de los hospitales y la precariedad en la atención primaria. Esta ocupación marca un punto álgido en la relación entre el gremio médico y el Gobierno.
Reacción del SNS y del Gobierno
Hasta el momento, el Servicio Nacional de Salud (SNS) no ha emitido un comunicado oficial sobre la ocupación de su sede. No obstante, fuentes cercanas al organismo aseguran que se evalúan las medidas legales y administrativas a tomar frente a esta situación.
El Ministerio de Salud Pública ha expresado en el pasado su disposición al diálogo, pero la radicalización de las medidas por parte del CMD podría complicar la negociación.
Apoyo y críticas
Mientras sectores de la población y organizaciones civiles han manifestado su respaldo a las demandas del CMD, otras voces han cuestionado la huelga de hambre como una medida extrema que podría afectar la estabilidad del sistema de salud.
La comunidad médica nacional e internacional sigue de cerca este desarrollo, que podría tener implicaciones significativas para el sistema sanitario dominicano.