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Teófilo Abreu
Los dominicanos acabamos de vivir un período de Navidad y Año Nuevo como lo esperábamos: de consecuencias trágicas.
Ha sido un carnaval de muertes, luto y dolor, como ocurre cada año, y como esperaban los hospitales, que todos los años son preparados como si el país esperara una guerra.
El balance de muertos y heridos, por accidentes de tránsito, en balaceras, riñas, bebentinas o “teteos” barriales, intoxicación con bebidas alcohólicas, incluyendo menores de edad, números más o números menos, es siempre el mismo.
En total fueron 42 las víctimas mortales durante las festividades de Navidad y Año Nuevo, de acuerdo al informe del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), que llevó a cabo el operativo “Conciencia por la Vida, Navidad y Año Nuevo 2024-2025”..
Según el informe, se registraron 262 accidentes de tránsito en autopistas, carreteras, calles y avenidas, y la mayoría involucró a motociclistas, con un total de 206 las motocicletas.
A diferencia del año 2023, en este 2024 la cantidad de personas muertas fue de 4 más.
Sobre las intoxicaciones alcohólicas, se reportaron 838 personas, involucrando a 94 menores con edades comprendidas entre los 7 y 17 años.
Y siempre será lo mismo, mientras cada año sigamos haciendo lo mismo, como si la Navidad no tuviera otro sentido que entregarnos al desenfreno, como si el mundo se fuera a acabar hoy, olvidando la verdadera esencia y la razón que nos invita a celebrar estas fiestas.
Ahora bien, ¿de qué han servido estos operativos que cada año involucran a diferentes instituciones oficiales, en torno a las cuales se congregan miles de personas voluntarias, que a cambio de nada abandonan sus hogares, sus familias y sus obligaciones, para sumarse a la tarea de salvar vidas?
¿Realmente se ha tenido este propósito o sólo ha sido una francachela para gastar millones y millones, cosechando siempre el mismo balance de muertes y convirtiendo este período, que debía ser el más hermoso para toda la familia dominicana, en una tragedia?
¿Cuántas personas entienden que el verdadero sentido de la Navidad es el nacimiento del Niño Jesús, por lo que tiene una base religiosa, y representa una oportunidad que debe vivirse en el seno familiar y acercarnos más como seres humanos?
Es tiempo ya de reflexionar y que cada quien asuma la responsabilidad que le corresponde, para poner freno a este carnaval de muertes en que hemos convertido las fiestas de Navidad y Año Nuevo.