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Caracas. – Nicolás Maduro asumió un tercer mandato presidencial de forma ilegítima, en un acto respaldado por instituciones afines a su régimen. Durante la jornada previa, el gobierno chavista cerró fronteras y activó sistemas de defensa para impedir el ingreso del presidente electo Edmundo González Urrutia, obstaculizando así la transición democrática.
La comunidad internacional condenó la usurpación de poder. Los expresidentes colombianos Iván Duque y Álvaro Uribe instaron a González Urrutia a solicitar una intervención internacional para restablecer el orden democrático y proteger los derechos humanos en Venezuela. Además, el Congreso de Perú exigió garantías para la juramentación del presidente electo y denunció la represión contra la oposición, incluyendo el secuestro de la líder María Corina Machado.
El teólogo brasileño Leonardo Boff también criticó a Maduro, afirmando que está «más cerca de Judas que de Cristo». Mientras tanto, organizaciones como la ONG Espacio Público denunciaron la desaparición de activistas, reforzando las acusaciones de persecución política por parte del régimen.
Manifestaciones en Bruselas y declaraciones de líderes internacionales reflejan el creciente rechazo a la permanencia de Maduro en el poder. La situación ha generado preocupación por el riesgo de una nueva crisis humanitaria en la región.