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El ingeniero iraní Mohammad Abedini fue liberado este domingo de la prisión de Opera en Milán, tras una solicitud del ministro de Justicia italiano, Giancarlo Nordio. Abedini había sido arrestado el pasado 16 de diciembre por una orden de detención emitida por Estados Unidos, que lo acusa de proporcionar componentes de drones a la Guardia Revolucionaria de Irán.
La liberación se produjo luego de que el ministro Nordio argumentara que la extradición no podía concederse debido a que los cargos de «conspiración» y «suministro de apoyo material a una organización terrorista» presentados por Estados Unidos no están contemplados como delitos en el sistema penal italiano. Según el ministro, no existían pruebas suficientes que fundamentaran las acusaciones, ya que solo se confirmó la producción y comercio de componentes con Irán.
Horas después de su liberación, Abedini regresó a Irán. El Ministerio de Relaciones Exteriores iraní confirmó su retorno y destacó la intervención de sus servicios diplomáticos y de inteligencia en coordinación con las autoridades italianas.
Analistas consideran que la detención de la periodista italiana Cecilia Sala en Irán, ocurrida el 19 de diciembre, fue una medida de presión para lograr la liberación de Abedini. Sala fue acusada de violar leyes de la República Islámica y liberada el 8 de enero, días antes de la liberación del ingeniero iraní.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, habría desempeñado un papel clave en este proceso tras su encuentro con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en un intento de influir en la decisión de no extraditar a Abedini.
Este caso pone en evidencia la compleja relación diplomática entre Italia, Irán y Estados Unidos, en un contexto de tensiones internacionales y negociaciones políticas.
