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Higüey. La ministra de Interior y Policía, Faride Raful, recibió este martes un firme respaldo de parte de monseñor Jesús Castro Marte, obispo de la Diócesis de Nuestra Señora de La Altagracia, en relación con sus políticas destinadas a regular la venta de alcohol, controlar los niveles de ruido y promover un entorno más ordenado en la República Dominicana.
Llamado a la Firmes Políticas de Regulación
Durante su homilía en la misa por el Día de Nuestra Señora de La Altagracia, monseñor Castro Marte instó a las autoridades a mantener una postura firme en la aplicación de estas políticas. “Que no le tiemble la muñeca a las autoridades con los vendedores de bebidas alcohólicas”, expresó, enfatizando la necesidad de mantener el orden en el país.
El obispo también hizo hincapié en la urgencia de regular el desorden urbano, subrayando que “es insoportable el ruido y el caos. Tiene que haber restricción obligatoria en un país ordenado”. Su llamado resuena con las preocupaciones de muchos ciudadanos que demandan un entorno más pacífico y organizado.
Apoyo a los Promotores de la Paz
En su intervención, monseñor Castro Marte destacó la importancia de respaldar a quienes trabajan incansablemente por la paz y la tranquilidad del país, afirmando: “Apoyemos a quien, en nombre de todos los ciudadanos, intenta devolver algo de tranquilidad en medio de tanto ruido, desorden y caos generalizado”. Este mensaje subraya la necesidad de una colaboración colectiva en pro de un ambiente más armonioso.
Participación del Presidente y la Comunidad
La misa fue presidida por el presidente Luis Abinader, quien estuvo acompañado por la primera dama Raquel Arbaje, la vicepresidenta Raquel Peña y otras destacadas autoridades. La ceremonia congregó a miles de feligreses que peregrinaron hasta la Basílica Catedral en Higüey para rendir homenaje a la madre espiritual y protectora del pueblo dominicano.
El apoyo de monseñor Castro Marte a las políticas de Interior y Policía resalta la importancia de unir esfuerzos entre las autoridades y la comunidad para enfrentar los desafíos actuales, promoviendo así un ambiente de convivencia pacífica y ordenada en la República Dominicana.