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El Gobierno de México y la Casa Blanca desmintieron las afirmaciones reportadas por NBC News sobre un supuesto rechazo de México a un vuelo militar estadounidense con migrantes deportados. Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, aseguró que, el 23 de enero de 2025, México aceptó un récord de cuatro vuelos de deportación en un solo día, además de las deportaciones realizadas por vía terrestre.
“Gracias al presidente Trump: ¡Ayer, México aceptó un récord de cuatro vuelos de deportación en un día! México también ha movilizado a 30 mil guardias nacionales”, expresó Leavitt en su cuenta de X, antes Twitter.
El reporte inicial de NBC News, basado en declaraciones de tres fuentes del Departamento de Defensa de Estados Unidos, señaló que dos aviones C-17 con destino a Guatemala despegaron con aproximadamente 80 personas cada uno, mientras que un tercer vuelo programado hacia México no despegó.
Ante esto, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México reafirmó que la relación bilateral se mantiene basada en cooperación, respeto mutuo y soberanía.
Incremento de detenciones en la frontera durante la administración de Trump
Karoline Leavitt también informó que, al 23 de enero de 2025, la administración de Donald Trump reportó 538 detenciones de migrantes, apenas tres días después de que el político republicano asumiera nuevamente la presidencia. Entre los detenidos se incluyen un presunto terrorista, cuatro integrantes del Tren de Aragua y varios migrantes condenados por delitos sexuales contra menores.
El 24 de enero, el número de detenidos ascendió a 593, según datos proporcionados por la Casa Blanca. Leavitt aseguró que las medidas adoptadas por el presidente Trump han contribuido a reforzar la seguridad fronteriza y reducir significativamente los intentos de cruce ilegal.
“La Patrulla Fronteriza ya informa de una disminución significativa en los intentos de cruces ilegales. El presidente Trump está asegurando la frontera y arrestando a inmigrantes ilegales criminales”, destacó la portavoz.
Este escenario refleja el enfoque renovado del gobierno estadounidense hacia las políticas migratorias, así como la cooperación activa con México en temas de control fronterizo y deportaciones.
