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Más de 200 migrantes colombianos deportados desde Estados Unidos fueron repatriados este martes en aviones de la Fuerza Aérea Colombiana, tras una breve crisis diplomática entre ambos países. Este retorno, calificado como digno por el gobierno colombiano, marcó un punto de inflexión en la gestión migratoria y las relaciones bilaterales.
Una Llegada Digna y Sin Esposas
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, recibió con palabras de solidaridad a los migrantes que arribaron al país provenientes de Estados Unidos. «Son colombianos, son libres y dignos y están en su patria donde se les quiere. El migrante no es un delincuente, es un ser humano que quiere trabajar y progresar, vivir la vida», manifestó el mandatario en una publicación en la red social X (antes Twitter), acompañada de imágenes de los repatriados descendiendo de los aviones.
Dos vuelos, uno desde San Diego, California, y otro desde El Paso, Texas, transportaron a 201 personas a una base militar cercana al aeropuerto internacional El Dorado en Bogotá. La Cancillería colombiana enfatizó el compromiso del gobierno con la dignidad y los derechos de los repatriados. «El Gobierno Nacional los recibe con los brazos abiertos, garantizando su dignidad y respetando sus derechos», publicó en sus redes sociales.
Una Crisis Diplomática Superada
El retorno de los migrantes se dio en medio de tensiones diplomáticas que estallaron cuando Colombia rechazó el uso de aeronaves militares estadounidenses para transportar a los deportados. La negativa de Petro, fundamentada en la defensa de un trato respetuoso y digno para los connacionales, provocó una respuesta enérgica del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien amenazó con imponer aranceles y sanciones económicas al país sudamericano.
El domingo, ambos gobiernos alcanzaron un acuerdo para resolver el impasse. Colombia permitió los vuelos, bajo la condición de que los deportados llegaran en aviones de la Fuerza Aérea Colombiana, asegurando así su dignidad. A cambio, Washington se comprometió a retirar las sanciones económicas y visados, una vez concluido exitosamente el primer traslado.
Un Cambio en la Gestión Migratoria
Este episodio marca un precedente en la política migratoria colombiana. Según Petro, «la disposición de dignidad para los deportados se aplicará a todos los países que nos envíen deportaciones». Además, el gobierno anunció la estructuración de un plan de crédito productivo y asociativo, diseñado para apoyar a los migrantes en su proceso de reintegración.
El uso de vuelos militares por parte de Estados Unidos para deportar migrantes, una práctica inusual, había generado críticas. Tradicionalmente, estos traslados se realizaban mediante vuelos comerciales o chárter. En contraste, otros países como Guatemala y México han aceptado vuelos similares en días recientes, aunque muchos deportados han denunciado malos tratos en el proceso.
Impacto Económico y Relaciones Internacionales
El acuerdo bilateral evitó una guerra comercial que habría golpeado duramente la economía colombiana, la cuarta más grande de América Latina. Sin embargo, las tensiones entre ambas naciones reflejan los desafíos de las políticas migratorias en la región y la importancia de abordar la migración desde una perspectiva de derechos humanos.
Mientras tanto, el gobierno colombiano reiteró su compromiso de recibir a sus connacionales con dignidad y respeto. Este retorno marca un nuevo capítulo en las relaciones con Estados Unidos y subraya la necesidad de un enfoque humanitario en la gestión de la migración.
