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Nueva York. El exsenador demócrata por Nueva Jersey, Bob Menéndez, una de las figuras latinas más influyentes en la política de Estados Unidos, fue condenado este miércoles a 11 años de prisión por corrupción. La sentencia, dictada por el juez federal Sidney Stein en Nueva York, marca el fin de una carrera política que se extendió por décadas y lo llevó a ocupar uno de los puestos más influyentes en la política exterior del país.
Un escándalo de sobornos y poder
Menéndez, de 71 años, fue hallado culpable de aceptar sobornos millonarios, incluyendo lingotes de oro, un auto de lujo y maletines llenos de dinero en efectivo, mientras presidía el poderoso Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE.UU.. Su influencia lo convirtió en una pieza clave para la política latinoamericana en Washington, pero también lo llevó al centro de un esquema de corrupción con vínculos internacionales.
El caso, según la Fiscalía, involucró pagos ilícitos procedentes de los gobiernos de Catar y Egipto, país del que es originaria su esposa, Nadine Menéndez, quien también enfrenta cargos. Las investigaciones revelaron que Nadine actuó como intermediaria en la red de sobornos, llegando incluso a ser grabada en secreto por un agente del FBI mientras ofrecía sus servicios a un funcionario egipcio.
Durante un allanamiento en la residencia del exsenador en Nueva Jersey, los agentes del FBI encontraron 13 lingotes de oro en una caja fuerte, así como medio millón de dólares en billetes escondidos en distintos lugares, incluyendo botas y los bolsillos de sus trajes.
«Perdió usted el rumbo», le dijo el juez
Al leer la sentencia, el juez Stein no escatimó en palabras para condenar las acciones de Menéndez. «Ha estado usted en la cúspide de nuestro sistema político. Pero en algún lugar del camino, perdió usted el rumbo», le expresó en la sala del tribunal.
Conmovido y con la voz quebrada, Menéndez se dirigió al juez en un intento de defender su legado: «Me he sentado nueve semanas en este tribunal, pero usted no me conoce», afirmó, antes de relatar su infancia como inmigrante cubano y su trayectoria de servicio público. «He perdido todo lo que me importaba, y para alguien dedicado al servicio público, cada día es un castigo», agregó.
De líder influyente a caída en desgracia
Menéndez fue una figura clave en el Partido Demócrata y representó a Nueva Jersey en el Senado desde 2006 hasta 2024. Durante su carrera, se destacó por su férrea postura en temas de política exterior, particularmente en relación con América Latina. Su hijo, Robert Menéndez Jr., sigue su legado político como congresista demócrata.
A pesar de las crecientes presiones y denuncias en su contra, Menéndez se mantuvo en su cargo hasta julio de 2024, cuando su posición se tornó insostenible tras ser declarado culpable de corrupción por un jurado.
La condena de 11 años cierra un capítulo en la política estadounidense, dejando un mensaje claro sobre las consecuencias de los abusos de poder, incluso para los líderes más influyentes.
